Las científicas uruguayas destacadas reflexionan sobre el rol de la mujer en esta actividad.

8M > Día de la Mujer y la Niña en la Ciencia

Qué obstáculos y desafíos perciben cinco científicas uruguayas destacadas

Matina Crispo, Graciela Lago, Cecilia Scorza, Estela Castillo y Martina Crispo dan su parecer sobre las dificultades que padecen las mujeres en este campo
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11 de febrero de 2022 a las 05:00

Las mujeres siguen encontrando obstáculos para desenvolverse en el campo de la ciencia”. Esa es una de las principales frases que enuncia la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para describir la situación de género en este tema.

Por ese motivo, impulsaron el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, que se celebra este viernes 11 de febrero, cuyo objetivo es promover su participación y derribar prejuicios en esta disciplina.

A propósito de esta jornada, Cromo dialogó con cinco mujeres de los cinco institutos científicos más importantes del país para reflexionar sobre la jornada y el rol que tienen en esta actividad.

Entre ellas hay dos investigadoras destacadas como María Fernanda Cerdá, doctora en Química del Laboratorio de Biomateriales en la Facultad de Ciencias de la Universidad de la República, que logró generar electricidad gracias a los pigmentos del ceibo y Martina Crispo, investigadora del Institut Pasteur, elegida en enero como la primera mujer de  Sudamérica en integrar la Academia Nacional de Veterinaria de Francia.

También fueron consultadas mujeres que han logrado cargos representativos como Graciela Lago, la primera mujer que preside la Academia Nacional de Medicina en Uruguay desde 2020; Cecilia Scorza, profesora grado 5 del Departamento de Neurofarmacología del Instituto Clemente Estable, quien asumió como presidenta de esa institución en los últimos días; y Estela Castillo, subdirectora del Programa de Desarrollo de las Ciencias Básicas (Pedeciba).

Estas expertas dieron a conocer cuáles fueron sus motivaciones para dedicarse a esta actividad, qué obstáculos padecen, cuáles son sus aportes y qué consejos darían a niñas y adolescentes que quieren profesionalizarse en este campo.

Fernanda Cerdá.

¿Por qué decidiste estudiar ciencia?

Fernanda Cerdá: Yo de niña no soñaba con estudiar ciencia. Soñaba con ser veterinaria. Amaba a los animales. Terminé sexto de liceo y ese verano me iba a anotar a la Facultad de Veterinaria. Resultó que no soporto ver sangre ni puedo lidiar con el dolor ajeno. Y finalmente elegí estudiar en la Facultad de Química. Luego, la ciencia fue llegando solita. No tenía una vocación muy marcada por la química y me fui encontrando con un mundo en el que algunas cosas no me gustaban y otras cosas que me parecían hermosas. Y en segundo de facultad ingresé como colaboradora honoraria y así fui ingresando a este mundo sin pensarlo.

Cecilia Scorza: No decidí estudiar ciencia, la ciencia me atrapó, y me fue marcando un camino con muchas instancias de tomas de decisión, que me trajeron hasta el día de hoy. Es una carrera atípica, no es fácil, en comparación con otras más tradicionales, ni para hombres ni para mujeres. Pero, comparativamente, las mujeres tenemos más dificultades para desarrollarnos y alcanzar las mismas oportunidades que los hombres.

Martina Crispo: En la facultad, estudiando la carrera veterinaria, descubrí la investigación científica y se despertó mi vocación: me interesé en la reproducción de los animales. De ahí en adelante me fui formando como científica. Empecé a aplicar la ciencia en animales pero pensando también en la salud de la gente, entonces hice un doctorado en ciencias médicas. Algunos años más tarde armé mi propio grupo de investigación que hoy cuenta con 12 científicos y técnicos de diversas áreas. Con mi equipo generamos modelos animales para investigar enfermedades que sufrimos todos, principalmente los humanos. La investigación es un mundo apasionante que abre muchas puertas y permite responder preguntas nunca antes resueltas, se basa en la colaboración y está en constante evolución.

Graciela Lago: decidí estudiar medicina como vocación. Luego, tuve oportunidad de estudiar en áreas de punta dentro de la investigación como medicina nuclear y posteriormente imagenología nuclear en Cudim. Eso me dio la oportunidad de seguir estudiando.

Estela Castillo: Había pensado en hacer medicina, pero para mí era difícil soportar la pérdida de una persona. Entonces, me incliné por algún profesorado de química o de biología. Casi al final de bachillerato, apareció alguien para participar en un campamento de formación en recreadores, que justo era licenciada en biología. Ahí me enteré en qué consistía. Yo soy de Tacuarembó, me anoté en el IPA en Química. Poco a poco, me terminé inclinando en la licenciatura en Biología.

Cecilia Scorza.

¿Qué obstáculos tienen las mujeres en las carreras de ciencia y por qué hay menos que los hombres en algunos campos?

Fernanda Cerdá: En Facultad de Ciencias hay más mujeres que varones. Si vos te fijás tanto el Sistema Nacional de Investigadores como la escala docente de la Udelar, la mayoría son mujeres. El tema es que esa pirámide se invierte cuando mirás los niveles más altos de investigadores: ahí son más varones que mujeres. Siempre frente ante una candidata mujer se opta por el varón porque entre otras cosas la mujer va a decidir tener hijos y todo lo que está asociado a eso. Es un modelo que también las mujeres reproducen: hasta ellas eligen a un varón.

Cecilia Scorza: La presencia de las mujeres es necesaria y fundamental en todos los ámbitos de la enseñanza así como en todas las disciplinas, en la ciencia, en ingeniería, matemáticas y tecnología. No puede haber barreras para la vocación de una mujer, ni para acceder a cargos, ni para dedicarse o desarrollar sus carreras. Estas disciplinas en general estuvieron siempre asociadas a los hombres, a la inteligencia, a la autoestima, mientras que las mujeres se las asociaba a carreras vinculadas con los cuidados, e incluso a tareas de menor remuneración. Por suerte este concepto ha ido cambiando a lo largo de los años, cada vez más mujeres eligen estas disciplinas, aunque aún hacen falta más. Es necesario dar a conocer que muchas mujeres elegimos esta carrera, y somos tan buenas como los hombres.

Martina Crispo: En algunas carreras de ciencia hay más hombres que mujeres. Quizás por falta de estímulo desde la temprana edad de las niñas. También aquí hay ciencia explicando el fenómeno. Cuando se estudiaron las niñas y niños a los 4 años no existían diferencias en la percepción de la ciencia entre ambos. Sin embargo, a los 5 años las niñas comentaban que las ciencias les parecían más difíciles, y a los 6 años ellas ya pensaban que este tema era para los niños. Quizás desde muy temprano unas y otros empiezan a proyectarse de manera distinta, no visualizándose las niñas en este mundo. ¿Cómo se genera esta diferencia? No es mi área de estudio, pero es posible que interviniendo en etapas tempranas de la vida podamos modificar esa percepción.

Graciela Lago: Actualmente las mujeres se están destacando en el ámbito de las ciencias. Es así que en el Institut Pasteur los premios que se dieron a las mejores investigadoras fueron mujeres. Eso es realmente bueno para el país.

Estela Castillo: En donde faltan mujeres hay un tema de cambio cultural donde siempre se pensó que no era una carrera para mujeres. Se está tratando de tirar esa barrera bajo la premisa de que las mujeres y niñas pueden hacer cualquier carrera, que no hay género para ello. Eso se va a ver en unos años.

Martina Crispo.

¿Qué es lo que aporta la mujer en la ciencia? ¿Cuál es su valor?

Fernanda Cerdá: Es la mirada de alguien que tuvo que pelearla muchísimo para lograr ser tenida en cuenta. Eso te da una sensibilidad distinta. Vos valorás el esfuerzo ajeno con otra percepción (…) También el hecho de repartir tu tiempo que no tiene tanto que ver con tu trabajo. Vos tenés que aprender a lidiar con tu trabajo y tu vida personal y eso te da una visión diferente: más humana y más cálida.

Cecilia Scorza: Las mujeres aportamos puntos de vista complementarios a los hombres, aunque por algo de experiencia transitada, puedo decir que podríamos tener diferencias en la intuición, en la practicidad, en el cuidado de detalles. Revisamos las acciones, y de ahí sale su valor, de complementar, de aportar, de diversificar las opiniones.

Martina Crispo: Hay muchos ejemplos de grandes mujeres científicas que han hecho aportes relevantes en investigación como Marie Curie y Rosalind Franklin, entre otras. Poder aportar nuestro punto de vista e ideas desde una perspectiva diferente en algunos casos favorece la globalización de la ciencia, formando equipos de trabajo con otras formas de resolver problemas. Gracias a mucho esfuerzo de mucha gente –la mayoría mujeres- y durante muchas generaciones, cada vez más se está visibilizando el rol de la mujer en la ciencia así como en otros ámbitos de la sociedad, tomando conciencia de la relevancia de su rol. Llegará el día en que no habrá estas diferencias, y entonces viviremos en una sociedad mucho mejor.

Graciela Lago: la mujer es muy aplicada y minuciosa. Eso es muy importante en el ámbito de la investigación. Pero el aporte de género es indistinto. Tanto la mujer como el hombre se destacan en la ciencia si aplican el rigor al que se deben dedicar.

Estela Castillo: Las mujeres son ordenadas, prolijas, constantes. Pueden hacer muchas cosas a la vez. Son responsables y comprometidas. Lo hacen con una gran pasión que les permite superar las frustraciones que son moneda corriente en la ciencia.

Graciela Lago.

¿Qué tiene que hacer Uruguay (como gobierno, instituciones científicas y sociedad) para que haya más mujeres dedicándose a la ciencia?

Fernanda Cerdá: No podés arreglarlo desde la educación terciaria. Sí podés hacer esfuerzos para ver las cosas desde una perspectiva de género. El trabajo más grande es en etapas de educación bien iniciales. Muchas veces se educa a las niñas y adolescentes en el convencimiento de que eso no es para ellas, que mejor se dediquen a otros roles que históricamente ellas han llevado adelante. Ponete a pensar: ¿cuántas veces has visto a una niña jugando con cables o con un destornillador desarmando las cosas? Toda niña reproduce el modelo que ve en su hogar.

Cecilia Scorza: Este fenómeno es mundial, no pasa únicamente en Uruguay. Específicamente, es necesario que se visibilice el fenómeno, mostrar que hay muchas mujeres haciendo investigación para inspirar a otras más jóvenes que están en la duda. Para eso, hay que realizar actividades que despierten la vocación en ciencias en las niñas y jóvenes. Es necesario generar estrategias que promuevan la equidad en las instituciones, garantizar las condiciones para que las mujeres accedan cada vez más a cargos de jerarquías.

Martina Crispo: Primero tenemos que apoyar la actividad científica, sólo así tendremos un país con más científicas y científicos. La difusión del trabajo de los científicos es muy importante para que el mensaje llegue a más personas y desde una temprana edad. Estimular la curiosidad científica en los niños y niñas en las aulas puede favorecer y despertar inquietudes que de otra manera no se presentarían. Promover la ciencia desde todos los ámbitos permitirá naturalizar esta disciplina y hacerla más cercana a más personas, en particular a las niñas y jóvenes.

Graciela Lago: Desde la educación, se puede mostrar que las mujeres pueden acceder a posiciones de importancia en la ciencia. En el pasado había una cultura en la que las niñas no se imaginaban en determinadas carreras que tradicionalmente se destacaban los hombres. Hay que mirar las oportunidades. Es importante que sepan que la carrera que elijan no les va a impedir otros logros en su desarrollo social y familiar. Hay igual número.

Estela Castillo: Muchas veces las carreras científicas no se conocen. Los mismos científicos tenemos que hacer que se conozcan las carreras que se pueden hacer. Por otro lado, las instituciones tienen que favorecer el trabajo de la mujer. En general, muchas veces, a las mujeres se les dificulta compatibilizar la maternidad y las tareas en la ciencia. Hay cosas sencillas (que podrían cambiarse), como por ejemplo, las horas de las reuniones. También que el haber sido madre y tener una licencia maternal no sea castigado dentro del sistema científico.

Estela Castillo.

¿Qué consejo le darías a una adolescente que quiere dedicarse a la ciencia?

Fernanda Cerdá: Que confíe en ella. Si está proponiendo algo, y tiene argumentos válidos, que lo crea. Que no se deje tratar mal por el hecho de ser mujer. Muchas veces lo sentís: pocas veces se ríen de la idea de un varón, pero muchas de las de una mujer.

Cecilia Scorza: Que se guíen por su intuición, su vocación, que nada ni nadie las detenga. Pero es necesario que tengan la libertad de elegir dentro de condiciones óptimas. Eso es fundamental para lograr la equidad.

Martina Crispo: Le diría que es una muy linda profesión, que vale la pena vivir la vida siendo científica, que no desista si es lo que le gusta, y que puede ser un camino por momentos difícil pero que merece ser recorrido.

Graciela Lago: En esa edad, son los maestros que tienen que mostrarles los valores para que puedan demostrar el valor que tiene el estudio. Que le abran las puertas para que pueda encontrar su vocación. Es importante reconocer a determinadas mujeres. Es una manera de que los jóvenes vean los roles y modelos que tradicionalmente eran de varones. Hay que mostrar la igualdad de oportunidades que existe.

Elena Castillo: si piensa que le gusta la ciencia, en este mundo donde hay muchas oportunidades y mucha información disponible, que se acerquen a las facultades, que pregunten, que busquen, y que en la ciencia hay muchas posibilidades.

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