Luisma es un “millennial” o mejor dicho un “centennial” y recibió con cierta sorpresa la respuesta. Él, acostumbrado a usar “whatsApp”, se movía en su mundo con otros esquemas. ¿Qué era redactar una nota? En su lenguaje repetía: “what’s that for?” No obstante, como persona educada se apresuró y pensó nuevamente: “Pero, ¿qué es una nota?”
Estamos viviendo tiempos vertiginosos, con cambios constantes. Sin embargo, como lo demuestra el pedido de la Universidad extranjera, Luisma debía enviar una nota. Los que no formamos parte de los “millennials” ni de los “centennials”, recordamos que hemos escrito mucho y lo seguiremos haciendo.
Una nota, una carta, tienen un destinatario. Años atrás en un viaje en barco de Buenos Aires a Montevideo, coincidí con China Zorrilla. Fue un encuentro muy cordial y tuve ocasión de repetirle las palabras suyas en un artículo que había leído. Ella había expresado que “escribir es sentarse a pensar en alguien y hablarle con la voz escrita por nuestra propia mano”. Las verdades encerradas en esta frase son evidentes. “Personalizar” fue el reto de Víctor García Hoz, el gran pedagogo español que revolucionó los métodos de enseñanza. Es preciso “personalizar”, es el grito que sale espontáneo cuando nos comunicamos.
Una “nota” es un escrito sencillo, escueto que lleva un mensaje. En el caso del pedido de la Universidad extranjera, será necesario dirigirla a una autoridad académica datándola al inicio. Así tendremos: “Montevideo, 28 de agosto de 2018. Señor Decano de la Facultad de Derecho de la Universidad de Colombia, Doctor N. N.” “Por medio de estas líneas me permito solicitar a Usted la consideración de mi pedido de admisión al Programa Internacional sobre Arbitraje. Acompaño mis antecedentes académicos solicitados y mucho le agradeceré me haga informar por donde corresponda, acerca de todos los detalles que considere de utilidad para mí. Lo saludo con toda cordialidad”.
En una nota -las hay muy variadas- es preferible ser muy concisos sin dejar a un lado las formas en uso. No deseo asustar pero, en algunas entrevistas laborales y para algunos cargos, es posible que se solicite la redacción de una carta sobre determinados temas. Conozco el caso de una empresa europea. Se trataba de una postulación a una “posición” para una asistente ejecutiva. Es evidente que en nuestro idioma español decimos “puesto”. Se pidió a los postulantes por ejemplo, la redacción de una carta de pésame o la presentación de un miembro del directorio de la empresa que viaja a China o una invitación a un embajador extranjero para la inauguración de una planta industrial. Bueno es recordar que a un embajador extranjero no se lo trata por escrito de “Usted” sino de ”V.E.” Es la forma aceptada en nuestro idioma español.
Inicio de sesión
¿Todavía no tenés cuenta? Registrate ahora.
Para continuar con tu compra,
es necesario loguearse.
o iniciá sesión con tu cuenta de:
Disfrutá El Observador. Accedé a noticias desde cualquier dispositivo y recibí titulares por e-mail según los intereses que elijas.
Crear Cuenta
¿Ya tenés una cuenta? Iniciá sesión.
Gracias por registrarte.
Nombre
Contenido exclusivo de
Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.
Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá