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Síndrome de enclaustramiento: “Volví de la muerte y me encontré encerrada en mi propio cuerpo”

Rikke Schmidt Kjaergaard fue víctima de una meningitis bacteriana. Su corazón se paró por 40 segundos y cuando lograron reanimarla, tras un coma, estaba presa de su propio cuerpo. Te contamos cómo hizo para salir adelante.
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04 de junio de 2018 a las 07:37

Imagina que estás en un mundo en el que no puedes hablar, mover o incluso respirar sin ayuda.

Tu corazón se paró de camino al hospital, lo que significa que has muerto técnicamente aunque solo por un breve tiempo, ya que lograron mantenerte con vida.

Pero ahora tienes que, sobrevivir a lo que vienedespués: estar nullencerradonull dentro de tu propio cuerpo que no responde.

Tu familia, conmocionada, se prepara para tu funeral (tu esposo decide dispersar tus cenizas en Cambridge, Reino Unido, un lugar especial para ambos).

Y tus tres hijos tienen que tomar medicamentos para evitar que sean contagiados con la misma bacteria que está tratando de matarte.

En un parpadeo

Esto fue lo que le sucedió a la científica Rikke Schmidt Kjaergaard en el día de Año Nuevo de 2013, en nullun abrir y cerrar de ojosnull, una frase que se convirtió en el título de su reciente libro.

nullA las 12 horas de la primera sensación de malestar entré en comanull, recuerda Rikke para la BBC.

nullTuve insuficiencia orgánica múltiple, shock tóxico, cientos de coágulos de sangre. La situación era muy, muy malanull.

De hecho, tenía solo un 5% de probabilidad de sobrevivir a la meningitis bacteriana.

Rikke, que es danesa y vive en Copenhague, entró en coma por 10 días y se asumió que sufriría daño cerebral irreversible.

Cuando comenzó a salir del coma se encontró consciente pero incapaz de usar su cuerpo, una condición conocida como síndrome de enclaustramiento.

Cómo empezó todo

El esposo de Rikke, Peter, fue el primero en darse cuenta de que algo estaba mal y que era peligroso.

Ella sintió frío después de una caminata familiar y se fue a su cama, pero luego tuvo fiebre y comenzó a vomitar.

nullYo solo creía que era gripenull, le dice a la BBC.

Peter agrega mirando a su esposa: nullNo estabas en una situación para darte cuenta de lo enferma que estabasnull.

nullLo último que me dijiste antes de entrar en coma fue: 'Recuerda cancelar la cita con el masajista'null, cuenta.

No había tal cita. Las palabras de Rikke fueron una señal de su delirio. Su temperatura había subido de 35 a 42 grados en 15 minutos.

Llamaron a un médico y le recetaron medicamentos contra la gripe. A la mañana siguiente, Rikke no podía caminar ni sentarse sin ayuda. Otro grupo médico fue a la casa.

nullSi todo hubiera sido 10 minutos después, no estaríamos sentados aquí hoynull, dice Peter.

nullTodo era negronull

En el camino al hospital, Rikke estuvo muerta 40 segundos.

nullEs mucho tiemponull, dice. nullNo tengo absolutamente ningún recuerdo de eso. Todo era negronull.

Mientras que Peter agrega: nullMe decían que tenía que prepararme para desconectar el respirador y para su funeralnull.

Aunque añade con una sonrisa: nullPero ella es una mujer muy obstinada. No había forma de que no se aferrara a su vidanull.

El título del libro también tiene otro significado. Mientras padecía el síndrome de enclaustramiento, solo pudo comunicarse durante un tiempo parpadeando: uno para no, dos para sí.

nullMi único salvavidasnull

Al recuperar la conciencia, toda la gravedad de la situación de Rikke le llegó pieza por pieza, como un rompecabezas de pesadilla.

nullCon el tiempo, me volví más consciente de lo que estaba pasandonull, relata.

nullNo podía moverme ni hablar y tuve que comunicarme parpadeando. Era aterrador estar encerrada en tu cuerponull.

Un día, Peter se dio cuenta de que Rikke había parpadeado cuando él le preguntó si podía verlo.

nullFue entonces cuando nos dimos cuenta de que ella todavía estaba allí y respondía. Saber que no la habíamos perdido ... fue uno de los momentos más hermosos de mi vidanull.

nullFue un gran alivio descubrir que podía comunicarmenull, agrega Rikke. nullPero al mismo tiempo, fue muy difícil transmitir las cosasnull.

Rikke dice que todo está borroso en su memoria desde ese momento, pero una cosa está clara.

nullLo único que recuerdo es que necesitaba escuchar la voz de Peter y verlo para estar tranquilanull, dice.

nullÉl era mi único salvavidasnull.

Rikke tuvo que aprender todo de nuevo: nulla respirar, tragar, mover…null, enumera.

nullVivir la vida, todos los díasnull

Ella se recuperó casi por completo, aunque tiene secuelas: la mayoría de sus dedos tuvieron que ser extirpados después de ser destruidos por la gangrena y está casi ciega de un ojo.

Pero es una mujer que sobrevivió en circunstancias muy difíciles.

Deseosa de poder ayudar, creó una empresa llamada Graphicure para que las personas con enfermedades crónicas puedan controlar sus datos médicos.

También espera que su libro se convierta en un recurso valioso para ayudar a otros con el síndrome de enclaustramiento.

Rikke dice que sabe cuán grande es el regalo que le fue otorgado al poder seguir viviendo y quiere que todos aprecien lo que cada uno tiene.

nullQuiero dar gracias y ayudar con este libronull, dice. nullY vivir la vida, todos los díasnull.


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