Teatro ambulante para los niños de la Franja de Gaza

"Sólo veo este tipo de espectáculos en la televisión, porque no tenemos muchos teatros en Gaza", dijo a EFE Mohamed Abu Arab, un niño de 12 años con leucemia ingresado en el hospital Al Aqsa, en el campo de refugiados de Nuseirat.

A su vez, el psicólogo Ahmed Rad describió este proyecto como "un modo de aliviar el estrés psicológico y de aumentar la autoestima, especialmente en los niños, que ven las obras e imitan a los héroes, lo que reduce los comportamientos agresivos".

A través de las representaciones tratan temas delicados, relacionados con la sociedad en la que viven. Asimismo, se transmiten mensajes prácticos como el de no tocar los restos de los misiles israelíes y alejarse de la frontera.

Es un acontecimiento poco común en este sitio, que está bajo bloqueo israelí desde que el movimiento islamista Hamás que tomó el control del lugar en 2007. Desde entonces, vivieron tres ofensivas militares israelíes.

"Nos ayuda porque nos divierte y al mismo tiempo nos relaja", compartió Ibrahim Yunis, un adolescente de 15 años del campo de refugiados Al Bureij.

A su vez, Majdalawi indicó a EFE que estas actividades permiten liberar ciertos sentimientos reprimidos de los más pequeños y es una forma de introducir la alegría. "Además, les pueden animar a hablar más libremente de lo que se les pasa por la cabeza y, tal vez así, salir un poco de su difícil realidad".

Por otro lado, la compañía quisiera actuar también en Cisjordania, pero el bloqueo israelí de Gaza desde 2007 dificulta mucho ese sueño.

"Necesitamos organizaciones nacionales e internacionales que apoyen seriamente esta idea y nos ofrezcan asistencia financiera para poder desarrollar mejor nuestro trabajo y llegar a más segmentos de la sociedad palestina", añadió el fundador.

De acuerdo a la Oficina Central de Estadísticas Palestina (PCBS) hoy en día hay catorce teatros en Palestina, once de ellos en Cisjordania y tres en Gaza, pero ninguno lo realiza de forma ambulante.

Por su parte, Yusef Hijazi, un escritor y director teatral de la Franja, sostuvo que uno de los obstáculos del teatro en estas ciudades es que faltan actrices, "ya que las costumbres y tradiciones palestinas rechazan este tipo de actividad para las mujeres, lo que obliga a hombres jóvenes a representar papeles femeninos".

Dina Nasar, una de las actrices de la troupe ambulante, agradece haber tenido gran apoyo por parte de sus padres: "El teatro sirve para dibujar una sonrisa en la boca de los niños, especialmente de los convalecientes, así como brindar felicidad y placer a los corazones de todos los segmentos de la comunidad, adultos y jóvenes", expresó a EFE.