Sánchez y Núñez Feijóo apuestan fuerte por su futuro político.
Fernando Mas Paradiso

Fernando Mas Paradiso

Periodista e Historiador

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Todo lo que se juegan Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo en el 28-M

El líder del PSOE en el Gobierno, y el dirigente gallego como jefe de la oposición intentan posicionarse como ganadores para las elecciones generales de fin de año.
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27 de mayo de 2023 a las 21:50

 

Las elecciones municipales y autonómicas que este domingo se celebran en España trascienden la mera renovación de ayuntamientos (8.130) o gobiernos regionales. Son, en realidad, el inicio de una larga carrera que concluirá en diciembre en unas elecciones generales. Por eso los líderes de los partidos mayoritarios se juegan mucho.

Pedro Sánchez, presidente del Gobierno y secretario general del PSOE (Partido Socialista Obrero Español), y Alberto Núñez Feijóo, líder del PP (Partido Popular) se han vaciado en una campaña agria, marcada por el fantasma y la utilización del terrorismo de la banda terrorista ETA, por la compra de votos en algunas ciudades del país (Melilla o Mojácar) y, en los últimos días por los ataques racistas a Vinicius Jr., jugador del Real Madrid durante un partido en el campo del Valencia.

El Gobierno de coalición (PSOE y Podemos) sufre un continuo desgaste desde que llegó al Palacio de la Moncloa. A las pocas semanas golpeó la pandemia. Cuando esta ya estaba neutralizada y el país parecía recuperar la senda de la actividad y el crecimiento económico, comenzó la guerra de Ucrania. A esto se suma la mala cohabitación entre los socios de Gobierno, con leyes tan polémicas como la del “sólo sí es sí”, cuya aplicación ha provocado la reducción de penas a más de 1.000 violadores y/o acosadores sexuales.

Un importante sector del propio PSOE abomina de los pactos con Podemos y, sobre todo, con Bildu, el partido político vasco que ha incluido en sus listas electorales a ex miembros de la banda terrorista ETA, siete de ellos con delitos de sangre.

La derecha del PP y la ultraderecha de Vox han aprovechado este episodio para arremeter contra el PSOE, al que ha acusado de traicionar la memoria de las víctimas del terrorismo. Los socialistas fueron duramente golpeados por ETA durante los años de violencia, que concluyeron hace ya 10 años con el abandono definitivo de las armas.

Con este trasfondo, quien consiga ganar las elecciones municipales el domingo -su resultado permitirá hacer extrapolaciones de cara a unas generales, aunque no siempre lo que se ha votado en este tipo de comicios se haya repetido en unas elecciones para elegir presidente- dirá que la victoria será antesala de lo que pasará en diciembre. Quien pierda dirá, por su lado, que simplemente se han elegido ayuntamientos.

La muestra de que no es así es que hay duras batallas en feudos electorales que se consideran clave de cara a los comicios de diciembre. La confrontación en Valencia es clave. Hoy gobierna el PSOE con el respaldo de otras formaciones de izquierda. Pero la media de las encuestas publicadas en las últimas semanas pronostican un resultado incierto: el Gobierno puede caer a un lado u otro del espectro político por un solo diputado.

Algo similar ocurre con la propia ciudad de Valencia o con Sevilla, bastión histórico del PSOE. Sevilla es la joya de la corona de los socialistas, que ya vieron hace dos años cómo el PP arrasaba en el feudo histórico de Andalucía, granero de votos del PSOE.

Otro de los puntos de atención de la noche será la ciudad de Barcelona. La Alcaldía está hoy en manos de En Comú Podem, la izquierda a la izquierda del PSOE. Sin embargo, los socialistas encabezados por Jaume Collboni tienen serias opciones de ser la fuerza más votada. Lo cierto es que los sondeos son dispares y plantean, incluso, un triple empate entre el PSOE, En Comú y Junts, la formación independentista catalana de derechas.

Lo que está en disputa, desde un enfoque nacional de las elecciones, es la victoria en número de votos en las municipales. Eso es lo que se juegan Sánchez y Feijóo. La previsible derrota del PSOE se da por hecha, aunque la clave es por cuánta diferencia. Alrededor de 300.000 votos podría ser un fracaso relativo y daría esperanzas a los socialistas de cara a las elecciones generales. En cualquier caso, sería la primera victoria de Feijóo y el Partido Popular se apoyará en una hipotética victoria el domingo para anunciar un cambio de ciclo y el fin del sanchismo.

En el caso de que el PP no supere en votos al PSOE o lo haga por muy poco, Feijóo tendrá un problema. Su liderazgo, tras un año al frente del partido conservador, no se consolida. La fortaleza de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, es tal que muchos analistas consideran que Feijóo sólo tendrá una oportunidad para ser presidente: o en diciembre consigue ganar y formar gobierno o Díaz Ayuso lanzará un ataque contra él para convertirse en líder del PP.

Díaz Ayuso, según todas las encuestas, está a punto de conseguir la mayoría absoluta en el Gobierno de Madrid. Esto la reforzaría como una de las figuras más relevantes de la derecha española. Sólo Feijóo, en su calidad de presidente del PP, y Juanma Moreno, presidente de Andalucía, son hoy sus contrapesos.

Por último, la ciudad de Madrid, la capital, es otro de los feudos donde los resultados parecen hoy favorables al PP aunque la distancia con la izquierda no es abrumadora. Conquistar la ciudad sería un éxito para la izquierda y un tremendo fracaso para el PP. Los sondeos indican que la batalla se juega en dos o tres representantes.

En la mayoría de los municipios o comunidades en disputa, donde los resultados no están claros aún, la clave radica en dos formaciones que tienden a desaparecer: los liberales de Ciudadanos, camino de la extinción, y la ultraizquierda de Podemos, que vive una guerra cainita que la ha dividido en varias formaciones y cuya atomización puede costarle muchos representantes en consistorios y asambleas regionales.

Los votos de Ciudadanos mayoritariamente irán al PP. Los votos de Podemos se diluirán entre varias formaciones y la aplicación de la ley electoral les perjudicará. Un panorama para la izquierda a la izquierda del PSOE más desolador de cara a las generales toda vez que la actual vicepresidenta del Gobierno, Yolanda Díaz, ya se ha distanciado de ellos y ha presentado Sumar, su propia formación política.

Este es el escenario. Y las lecturas de la noche electoral -salvo datos demoledores e inesperados en un sentido u otro- serán de victoria en los dos grandes partidos de España.

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