Liverpool se coronó campeón de la Liga de Campeones tras vencer 2-0 a Tottenham Hotspur en el Wanda Metropolitano de Madrid con goles de Salah de penal y de Origi sobre el final.
Ya a los 25 segundos llegó la primera emoción luego de una mano de Sissoko. Mohamed Salah lo transformó en gol para el 1-0 de Liverpool ni bien comenzado el partido.
Ese gol de Salah le dio una tranquilidad adicional a los rojos que seguramente no esperaban tener tan temprano en el encuentro.
El juego se debió suspender algunos segundos luego de que una mujer ingresara al campo de juego vestida con una malla y fue sacada por los agentes de seguridad.
Liverpool se hizo más dueño de las acciones y tuvo más llegadas al arco rival.
No obstante, el coreano Son tuvo alguna ocasión, sobre todo, de contragolpe tratando de vulnerar la defensa bien parada de los de Anfield Road.
A su vez, Harry Kane, quien volvió para este partido luego de una lesión que le deparó más de un mes, fue muy marcado en la primera mitad por la zaga del rival.
Robertson, se había salvado de la tarjeta amarilla por golpear con su mano en la cara a Trippier -lo que hizo molestar mucho a Mauricio Pochettino- quien habló con el árbitro y el propio jugador.
Fue el mismo Robertson quien picó muy solo a los 38 minutos y le pegó notablemente al borde del área, pero Hugo Lloris salvó el segundo mandándola al córner. Liverpool seguía más cerca que Tottenham.
El segundo tiempo comenzó a todo ritmo con ambos equipos buscando vulnerar la valla contraria.
Salah tuvo una en los primeros minutos pero se apuró demasiado en definir y lo marcaron bien justo cuando intentó el remate.
Millner, quien ingresó en el segundo tiempo, tuvo el segundo en sus pies sobre los 68 minutos, pero su zurdazo se fue rozando el palo izquierdo de Hugo Lloris.
Liverpool siguió dominando y solo los contraataques de Son llevaban cierto peligro a su valla. No obstante, el coreano estaba muy poco acompañado en ofensiva.
Alisson mostró el nivel excelente bajo los tres palos cuando a los 79 minutos lo probó primero Son desde fuera del área y luego su compatriota, Lucas Moura.
Sobre los 84 minutos, el danés Eriksen probó en un tiro libre y Alisson volvió a salvar a Liverpool con una atajada notable. El empate parecía cerca, pero no se daba.
Y 2 minutos después Origi aprovechó un rebote para rematar cruzado al segundo palo de Lloris y estampar el 2-0, justo en el mejor momento de Tottenham.
Así, de esa manera, el título se fue para Anfield Road luego de un merecido resultado por haber sido mejor en la final y en la Liga de Campeones.
La victoria dio paso para el festejo eterno de los hombres de Jürgen Klopp cuando recibieron la famosa "orejona". En encargado de portarla fue el capitán de Liverpool, Jordan Henderson, quien tiempo atrás, cuando era casi un juvenil, fue compañero de Luis Suárez en ese equipo.
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