"El problema de fondo -explicó- es una especie de asimetría en la previsibilidad y transparencia de su sistema y nuestro sistema, que no podemos reprocharles porque está asociada al grado de desarrollo", concluyó.
"En la discusión de ayer (entre el Mercosur y la UE) pusimos suficientes elementos sobre la mesa para reactivar las negociaciones", dijo el funcionario europeo, aunque reconoció que la reunión estuvo al borde de fracasar.
"Si abro mi mercado pero conservo íntegramente mi capacidad de regulación y de discriminación, no dí gran cosa", ejemplificó el comisario europeo de Comercio.
"El Mercosur se fabrica (a sí mismo) en esta negociación", dijo Lamy, al considerar que las tratativas para un acuerdo de libre comercio obligan a los miembros del Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) a mejorar la coordinación de sus políticas económicas para abordar las negociaciones.
El vicecanciller argentino, Martín Redrado, señaló la semana pasada que el bloque sudamericano, de 220 millones de consumidores, debe avanzar en materia de integración.
Consultado sobre las afirmaciones del canciller brasileño, Celso Amorim, quien señaló que la UE persigue un acuerdo con el Mercosur "con una finalidad política" que es la "de servir de contrapeso a Estados Unidos" en la región, Lamy respondió: "También es un acuerdo político para el Mercosur con Europa antes de hacer lo que sea con los estadounidenses".
Lamy insistió en que tanto el Mercosur como la UE quieren un "acuerdo de asociación con un capítulo comercial ambicioso" y dijo que los dos bloques aprobarán "lo necesario" antes de la fecha límite de octubre de 2004, cuando está previsto que se cierre el acuerdo.
(AFP)