Los cambios y los roces que generó Meghan Markle, a un año de su compromiso

A un año del anuncio de su compromiso con el príncipe Harry, el 27 de noviembre de 2017, y a seis meses de su boda, Meghan ya ha pasado por situaciones alegres, como el anuncio de su embarazo, y otras más desagradables, como su primer escándalo real, ocurrido la semana pasada, cuando una de sus asistentes, conocida solamente como "Melissa" abandonó su trabajo por no soportar las exigencias de Markle.

El protocolo

Los cambios que trajo la nueva duquesa se perciben en detalles pequeños, pero que se despegan de décadas de tradiciones. Por ejemplo, cada vez que viaja en auto, baja y cierra su puerta. Pero también lo marca en otros aspectos más relevantes, como recurrir a asesores no oficiales, sino que son sus amigos. Un ejemplo claro es el de Jessica Mulroney, una estilista que la ayudó con su apariencia en su casamiento, y que sigue asistiéndola en aspectos estéticos, desde su ropa hasta las flores que utiliza como decoración y las fotografías que le toman. 

Los discursos 

Markle junto al príncipe Harry realizaron una extensa gira oficial que los llevó por Australia, Nueva Zelanda, Fiji y Tonga. En ella, la duquesa no recurrió a los especialistas de la casa real encargados de escribir los discursos que pronunciarán en los actos oficiales, sino que los escribió por su cuenta durante días. 

Con sus notas manuscritas a cuestas, los discursos de Markle también se destacaron por tratar sobre temas como la igualdad, el sufragio femenino y el feminismo, temas que no son habituales para la realeza. 

La vestimenta

Uno de los grandes vuelcos que Meghan Markle ha dado desde su llegada a la casa real británica, y que ha sido uno de los puntos de roces más habituales es el vestuario que utiliza. A lo largo de estos meses, ha optado por diseñadores que no son británicos, o por firmas que destacan por usar materiales ecológicos o que están vinculadas a alguna causa social. Pero eso no ha sido el problema.

Lo que más molestó fueron sus polleras o vestidos cortos, que han ofuscado a la reina (con quien igualmente se estipula por parte de las fuentes consultadas por los medios ingleses que tiene una buena relación) así como la utilización habitual del color negro, que es poco frecuente en la casa Windsor, ya que se asocia con los períodos de luto. 

Según el Daily Mail, el deseo es que "se vista menos como una estrella de Hollywood y más como una integrante de la familia real". E incluso tuvo un incidente de protocolo con la abuela de su esposo, al acompañarla en un evento oficial y no utilizar sombrero como si hizo la Reina. Las reglas no escritas de la familia real estipular que si la monarca usa ese accesorio, los demás deben hacerlo. 

Los hábitos

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La energía y la actitud de Markle han causado también un revuelo en los pasillos del palacio. El informe del Daily mail señala que la duquesa se levanta cada día, sin falta, a las 5 de la mañana, con la intención de preparar su agenda oficial. A lo largo del día envía a sus asesores, empleados y secretarios "seis o siete" mensajes con ideas, propuestas, y asistencia. 

Son habituales sus encuentros secretos con ciudadanos británicos, sobre todo aquellos que participan en causas benéficas. Todo esto ha sacudido a los trabajadores, más acostumbrados a una agenda moderada y más discreta, lo que ha llevado a incidentes como el de Melissa, la funcionara que renunció.