Un trotamundos que abre mercados

En 2008, la carrera del brasileño Rivaldo, ya con 36 años, parecía terminada. Pero entonces abrió un mercado hasta entonces inexplorado por jugadores de renombre: Uzbekistán. Aguantó dos temporadas hasta que pegó la vuelta a Brasil. En San Pablo jugó los dos últimos años. Ahora, libre, lejos de colgar los botines el zurdo de manejo elegante emprende una nueva aventura: abrir el mercado de Angola.

La noticia fue recogida ayer por el diario deportivo Sport de Cataluña.

Según el presidente del club angoleño Kabuscorp do Girabola, solo resta hacer oficial la contratación y presentear el delantero a la hinchada.

Hay que ver las reacción de los lectores españoles.

“Pero como se puede tener la indecencia de aceptar dinero de un país tan pobre como Angola para beneficio propio, a saber cuanta gente pasará hambre a tu costa. Rivaldo hijo, eras un pesetero cuando estabas en el Barça y lo seguiras siendo el resto de tu vida”, escribió un tal Xavier.

Otro hincha de Barcelona dejó en claro tener otro recuerdo del volante ofensivo: “¡Joder Rivaldo! ¡No paras! ¡Vaya máquina eres! espero que siga disfrutando del futbol y que aguante hasta que el cuerpo le diga basta, Rivaldo te aprecio muchísimo, los culés te queremos y jamás te olvidaremos crack!!!”.

El mejor momento de su carrera tuvo color azulgrana. Tras la temporada 1996-1997, Rivaldo era el ídolo de Deportivo La Coruña pero Barcelona aprovechó sus arcas gordas tras la venta de Ronaldo a Inter para incorporarlo.

Le pagaron la cláusula de rescisión en 24 millones de euros y en el cuadro catalán su figura se dimensionó.

Ganó las ligas 1997-1998 y 1998-1999 siendo elegido Balón de Oro en 1999.

Además, fue figura gravitante de la selección brasileña en los mundiales de Francia 1998 (vicecamepón) y Corea-Japón 2002 (campeón).

Uruguay lo sufrió varias veces. En la final de la Copa América de Paraguay 1999 fue imparable y anotó un golazo en el 3-0.

En las Eliminatorias para el Mundial de 2002 frustró, tras un polémico penal, un triunfo uruguayo en Maracaná después de que Darío Silva abriera la cuenta.

En sus últimas dos temporadas su nivel decayó en Barcelona durante la primera era galáctica de Real Madrid y así se marchó a Milan donde estuvo dos temporadas donde llegó a ser campeón en la 2002-2003.

Después bajó el nivel de liga al emigrar a Grecia, tras un breve pasaje de seis meses por Cruzeiro (2004). Jugó en Olympiacos (2004-2007) y AEK Atenas (2007-2008).

Fue entonces cuando emigró a Uzbekistán. “Pido disculpas a la afición del AEK, pero no puedo decir que no a una oferta así”, comentó entonces con voz afligida.

Rivaldo defendió en la liga uzbeka el PFC Bunyodkor, un equipo nacido en 2005 al influjo de los millonarios empresarios del petróleo. En dos años se hizo 10 millones de euros.

El club, además, tentó al camerunés Samuel Eto’o con 25 millones de euros. Al final la operación no cristalizó.

En su país, Rivaldo, nacido en Pernambuco, empezó jugando en Paulistano. Luego pasó por Mogi Mirim antes de dar el gran salto a Corinthians. De ahí se fue derecho a Palmeiras antes de dar el salto a España.

Su condición de trotamundos del fútbol está cerca de llevarlo a Angola, una liga exótica. Ideal para veteranos de 40 años. Zurdos, elegantes y con ganas de seguir llevándose una buena tajada en euros.