El partido electoral en
Peñarol se juega de manera abierta a cinco meses de las elecciones y mientras el oficialismo del club brega por la unidad de las listas para bajarle el tono a la discusión sobre ideas y planes de gobierno, los movimientos del mercado de pases volvieron a sacudir la interna.
Luego de dejar el Aeropuerto Internacional de Carrasco, el futbolista se dirigió a la casa de
Juan Pedro Damiani donde los dirigentes lo agasajaron en forma de bienvenida. Sin embargo, los únicos invitados fueron los oficialistas, cuando en la Comisión Directiva del club y en la Comisión de Pases y Contrataciones hay integrantes de los grupos de la oposición.
"No fui porque no me invitaron", dijo el dirigente Andrés Sanguinetti. Otro dirigente consultado que prefirió no dar su nombre agregó que fue un acto "oficialista" y que se enteró en la mañana de este viernes.
Los invitados en la casa de Damiani fueron Jorge Barrera, Walter Pereyra, Rodolfo Catino, Carlos Casarotti, Gervasio Gedanke y Alejandro Ruibal, además de algunos allegados menores del oficialismo.
La situación contrasta de plano con el discurso adoptado por Catino, Barrera y el propio Damiani quienes en entrevistas radiales pretendieron dar un discurso de unidad.
"No estoy dispuesto a continuar si Peñarol no está unido", dijo el dirigente oficialista Rodolfo Catino en el programa Tirando Paredes, mientras que Jorge Barrera asumió el eslogan #PeñarolUnido para sus publicaciones en Twitter.
El propio presidente fue más allá en el programa 100% deporte de Sport 890 y agregó: "Lo digo como una reflexión para el futuro. Las peleas políticas le han hecho mucho mal a Peñarol".
Del encuentro también participaron
Leonardo Ramos y Gonzalo De Los Santos.
El dirigente del Movimiento 2809, Julio Herrera Heber, dejó un mensaje muy claro.