Una opción para estudiar producción de moda integral

Quien se aventure más allá de los ventanales y la puerta en la esquina de Mercedes y Cuareim descubrirá una sede universitaria con el diseño a flor de piel. La planta baja ha sido tomada por una selección más que variada de trabajos de diseño integral –de moda, industrial y gráfico-, en exposición allí por los alumnos que las crearon. Desde carteras y vestidos a mostradores, carros de supermercado y cambios totales de look de alguna que otra marca conocida, lo estético abunda y refleja una inquietud manifiesta de los alumnos que estudian en la ORT.

Detrás de bastidores, también se preparan para lanzarse nuevas iniciativas para el comienzo del año lectivo. Sumándose a las generaciones cada vez más numerosas de una carrera de Diseño de Moda cuyos resultados ya se ven en el mundo real, nace este año otra opción para aquellos fanáticos de la moda en todas sus expresiones. Se trata de la carrera de Productor de Moda, traída desde la vecina orilla con una modalidad corta y de altísima practicidad que la diferencia de muchas opciones terciarias en el continente.

En este marco ha sido invitada Patricia Doria, investigadora y docente de Modas en la Universidad de Palermo de Buenos Aires, para hablar de lo que significa realmente ser productor de moda y en qué consiste la formación de un profesional de este tipo. Acompañada de Emanuela Capelli, catedrática de la nueva carrera y Antropóloga cultural y social de la Universitá Degli Studi di Urbino en Italia, las profesoras explicaron a El Observador algunos de los cambios en el ámbito laboral referente a la moda y qué es lo que hacen, exactamente, estos jóvenes capacitados para enfrentarse a todo tipo de situación.

En un mundo tan efímero como complejo, el profesional de la moda que busque destacarse deberá tener una mirada entrenada para poder llevar a cabo tareas tan distintas e importantes como editoriales para revistas, producción de eventos y lanzamientos de producto, así como una sensibilidad por las relaciones públicas y la comunicación en todos los aspectos.

El productor es, en esencia, una figura entrenada para comunicar dentro y fuera del mundo de la moda. Por esto la formación pone énfasis en el aprendizaje de la fotografía, protocolo y evolución de la moda a través de los años. Patricia Doria explicó la importancia del conocimiento de esta evolución para un productor contemporáneo.

“El productor también tiene que saber de historia de la moda para entender todo esto de que haya alguna resignificación de alguna época, y por qué hay cosas que vuelven. Si yo desconozco esa época entonces tampoco puedo traerla hoy, volver a presentarla en la sociedad hoy.

La nueva carrera aparece como un indicador más de un ámbito uruguayo de moda e indumentaria que viene creciendo a pasos agigantados. Desde una flamante semana de la moda a punto de festejar su cuarta instancia a iniciativas como Lúmina cada vez más reconocidas y un listado de diseñadores nacionales que crece con cada año, la figura del productor como un profesional de la moda que se ocupa de todo fuera del diseño finalmente tiene un respaldo académico.

En la ORT, la carrera tiene una duración de dos años. “Esto significa que hay un montón de gente muy joven y muy dinámica. Y que sabe mucho de moda”, explica Emanuela Capelli, quien liderará la primer instancia de esta incursión universitaria en un sector del ámbito hasta ahora, poco reconocido.

Y no es un trabajo sencillo: desde el color de las invitaciones a la iluminación de la pasarela, no hay detalle que un productor debería pasar por alto. Según Doria, “nada es arbitrario, nada es casual. Pero tiene que dar la impresión de que fue así. Pero nada es casual porque están entrenados de tal manera que tienen que verlo en su totalidad”.

En términos más simples hasta románticos- hay quienes tratan de ‘magos’ a estas personas del backstage que hacen que todo encaje. Para la profesora argentina, este es, sin dudas, el caso. “Yo uso la palabra ‘magia’, como esta magia que aparece. Pero realmente la imagen te captura por la magia”, comenta. “Te cuentan una historia, vos ves producciones de moda en las cuales no hay personajes, hay objetos. Entonces ves joyas, un cenicero con un cigarrillo con rouge, y ya te imaginás un personaje. Te hacen vivir una historia sin que haya personas, simplemente está el objeto. Esa magia la logró un buen productor de moda”.