Tecnología > INVESTIGACIÓN

Usar Google Maps podría reducir la materia gris de su cerebro

La memoria es más infalible que el servicio online
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06 de abril de 2016 a las 05:00

Un error de Google Maps ha estado enviando a los turistas que buscan el Monte Rushmore, en Estados Unidos, a una locación errónea ya por cinco años. El Storm Mountain Center, un centro de retiros localizado a 21 kilómetros del monte, repetidamente ha solicitado a Google Maps que actualice la dirección del Monte Rushmore. Pero los arreglos demostraron ser temporales por razones desconocidas. Y hasta el momento de la escritura de este artículo, la dirección sigue siendo errónea.

Eventualmente, el centro ha resuelto instalar grandes señales en el frente de la entrada de su camino que dicen a los conductores que sus dispositivos electrónicos están mal acerca de la locación del Monte Rushmore. A pesar de esto, la gerente de servicios al cliente, Ashley Wilsey, dijo que regularmente encuentra un flujo casi constante de turistas erróneamente navegando hacia el centro.

Si bien Google Maps fue rápido al convertirse en la autoridad definitiva en la navegación, el programa prueba ser vulnerable a errores y hackers con resultados que, por momentos, pueden ser catastróficos.

Una de las últimas torpezas llevó a que una compañía accidentalmente demoliera la casa equivocada dado a un error en las direcciones de Google Maps. Google tomó responsabilidad del error. En este caso, dos casas diferentes se mostraban en la misma locación, dijo una vocera de Google a la CNN.

GPS Mt Rushmore
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"Su GPS está mal. Esto no es el Monte Rushmore", indica el cartel en la entrada de un centro de retiro.

Luego estuvo el caso en el que un asesinato aparentemente aleatorio en Wisconsin llevó a los investigadores a decir que podría haberse dado debido a una falla de Google Earth. La Policía descubrió que la dirección de la pareja asesinada fue cambiada por la de otra casa en el mapa en línea - la de un presidente de un banco local que había recibido amenazas de muerte. En 2010, Nicaragua culpó a Google por una invasión accidental a Costa Rica debido a un error en la información de Google Maps.

Los casos echaron luz sobre la susceptibilidad a los errores y hackeos del software. Google Maps está construida con capas de información obtenidas de imágenes satelitales, así como fotos tomadas por los autos de Street View, que han conducido y fotografiado más de 11 millones de carreteras. Google también usa la información provista por los usuarios a través del Map Maker, que permite a los usuarios actualizar directamente las direcciones y los detalles locales. Un número desconocido de personas son empleadas por la compañía para desenterrar faltas de precisión en los mapas.

Pero a pesar de este sistema multifacético, los errores de locaciones y los errores todavía suceden. Los trolls y los bromistas han tomado ventaja de la función de ayuda colectiva para cambiar los nombres de empresas por otros ofensivos o al dibujar sobre la interfaz de los mapas. Uno mostró la mascota del sistema operativo de Google, Android, orinando sobre el loco de Apple en una zona de Pakistán.

Android orina sobre Apple
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Otros hackeos más explícitos han probado que Google Maps es fácilmente accesible para la gente fuera del staff. Bryan Seely reveló vulnerabilidades en Google Maps en 2014 cuando hackeó las listas de negocios y cambió los números de teléfonos para el de la oficina del FBI en San Francisco y el servicio secreto de Washington DC. En un artículo de Gizmodo, Seely culpa al sistema de verificación de Google. “¿Quién piensa dos veces acerca de lo que Google publica en sus mapas? Todo el mundo confía en Google implícitamente cuando es un servicio sin garantías y poco seguro”, Seely le dijo a Valleywag en una entrevista el año pasado.

Luego está el factor del error humano, como fue el caso del turista norteamericano, Noel Santillan, quien manejó por seis horas en la dirección equivocada en Islandia en condiciones de invierno inclementes debido a un error de tipeo al escribir en Google Maps.

Algunos investigadores han sugerido que la dependencia al GPS se está volviendo cada vez más común y están preocupados por los efectos imprevistos. ¿Estamos colectivamente perdiendo nuestro sentido de orientación?

Algunos estudios de neurociencia sugieren que sí, Google Maps y los sistemas de GPS podrían estar negativamente impactando en nuestro cerebro. Una investigación en la universidad McGill comparó los cerebros de usuarios de GPS y de no usuarios y hallaron que los no usuarios tenían más materia gris y mayor funcionalidad de su hipocampo que aquellos que dependían de sus dispositivos. El hipocampo es responsable de la memoria y la navegación espacial, el último de los cuales utiliza pistas visuales para crear un mapa cognitivo que asiste con direccionalidad. Un estudio más temprano mostró que los taxistas de Londres, bien curtidos del complejo mapa de la ciudad, tenían hipocampos más desarrollados y menores chances de tener Alzheimer.

Veronique Bohbot, una neurocientífica que trabajó en el estudio de GPS de McGill, sugiere que limitamos nuestro uso del GPS solo a nuevos destinos e intentamos construir nuestros propios mapas cognitivos al navegar hacia destinos frecuentemente visitados por nuestra cuenta, dijo en un artículo de Phys.org.

Dados los errores recientes, nuestra memoria podría llegar a ser más precisa que Google Maps.

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