Desde que dos hackers de sombrero blanco (los buenos) lograron vulnerar la seguridad de una Jeep Cherokee y controlarla desde otra ciudad, los especialistas en
seguridad informática comenzaron a preocuparse acerca de los peligros que esto podría suponer en el futuro. En respuesta,
Intel, una de las productoras de microchips y procesadores de computadoras más grandes del mundo, comenzó a investigar nuevos métodos para desarrollar automóviles a prueba de hackers.
Según el sitio Jalopnik, la compañía ya creó una "guía de buenas prácticas" para que los fabricantes de automóviles produzcan vehículos más seguros. Algunos de los puntos que señala Intel como importantes son la seguridad del hardware para evitar daños intencionales al sistema, seguridad del software y la de las redes con las cuales se conecta para proteger la información y la privacidad del consumidor.
Los automóviles no han escapado a la moda del
internet de las cosas y cada vez se comercializan con más componentes que funcionan con conexión a la red. Es por eso que Intel realizó un diagrama con algunos de los puntos más fácilmente hackeables de un auto moderno.
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