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Ocho snacks que parecen sanos pero no lo son tanto

En muchos casos se recurre a estos alimentos pensando que son saludables, pero pueden no serlo
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03 de enero de 2018 a las 06:50

En esta era "healthy" en la que vivimos, donde pareciera que llevar una vida saludable no es una opción sino más bien un deber, se suele recurrir a ciertos tipos de bocadillos para saciar el hambre cuando este ataca a horas inoportunas. Dichos alimentos son, generalmente, libres o bajos en grasas, más sin embargo, en muchas ocasiones pueden ser vehículo de grasas saturadas, trans, sodio o azúcares.

En otros casos se opta por alimentos libres de gluten, asumiendo que los mismos son más saludables que sus versiones con gluten. Este concepto es, muchas veces, errado, dado que un alimento sin gluten estará exento de trigo, avena, cebada y centeno, pero tal vez no lo esté en cuanto a grasas, azúcares y calorías.

Asimismo, se están comenzando a ver en el mercado etiquetas de tipo "producto vegano" o "apto para veganos". Esta leyenda solo asegura que el alimento en cuestión responde a cierta filosofía, mas no significa que el mismo no sea, por ejemplo, sobreprocesado o rico en aceites vegetales hidrogenados y ácidos grasos trans, responsables de elevar los niveles de colesterol sanguíneo y contribuir al desarrollo de enfermedades cardiovasculares.

Por todas estas razones aquí le mostramos 8 de estos farsantes saludables:

· Granola: suele ser identificada como un alimento saludable. Y lo es, si se tiene en cuenta su alto contenido en fibra, hidratos de carbono, vitaminas y ácidos grasos omega 3. Sin embargo, no se debe perder de vista su proceso de elaboración, dado que, muchas veces, el tostado de la mezcla se realiza con grasas trans y una alta cantidad de azúcares, cuyo consumo elevado constituyen factores de riesgo cardiovascular.

· Mezcla de frutos secos: se debe cuidar que no tengan un contenido excesivo de azúcar o sal. Las pasas de uva llevan una gran cantidad de azúcar añadida, adicionando calorías a las que ya de por sí aportan el resto de los frutos secos. Si se consumen en la medida justa, se obtiene una variedad de nutrientes importantes, pero si se hace en exceso resultan demasiadas calorías.

· Aperitivos de solo 100 calorías: se trata de envases que llevan impresa esta leyenda como denotando que el producto en su interior es un alimento saludable. Lo importante aquí, no es ver el contenido calórico como un número, sino saber de dónde provienen esas calorías: cómo están distribuidas las mismas, que no provengan mayoritariamente de grasas, que el contenido de sodio no sea excesivo y que en sus ingredientes no figuren, por ejemplo, los aceites vegetales hidrogenados.

· Barritas energéticas: suelen estar cargadas de grandes cantidades de azúcar, grasas saturadas, trans y sodio. No deben convertirse en la colación a media mañana de todos los días.

· Yogur helado: se ha puesto de moda desde unos años a esta parte como la alternativa "saludable" del helado. No obstante, generalmente presentan un alto porcentaje de azúcares y grasas saturadas si se los compara con un yogur normal. Y si además se añaden toppings como galletas, chocolate, salsas o golosinas, se incrementa el valor calórico y de azúcares.

· Batidos o smoothies: sin duda son una opción saludable cuando se elaboran en casa en base a frutas y leche por ejemplo. Pero cuando se compran fuera, se deben considerar otros ingredientes que, eventualmente, pueden estar presentes tales como cremas, helados, azúcares y grasas, dejando al jugo de frutas en un pequeño porcentaje.

· Alfajores de arroz: suelen ser una opción para calmar las ansias cuando aparece el antojo de algo dulce, pero "sano". Aun así, suelen aportar más calorías de las que debería tener una colación, cuando no se realiza una actividad física intensa. Por otro lado, las coberturas suelen ser de símil chocolate, aportando una alta cantidad de grasas trans en una porción.

· Chips de banana, boñato, remolacha, etc... suelen ser fritos y, por ende, estar cargados de grasas y calorías, además del sodio proveniente de la sal agregada.

En todos los casos, la recomendación es informarse, y para este fin están las etiquetas. Lea cuidadosamente los ingredientes, porcentajes de nutrientes, valor energético, tamaño de la porción, proceso de elaboración y recuerde que el consumo de estos alimentos debe ser ocasional y en pequeñas raciones.


Para leer más sobre nutrición y vida saludable, ir a comermejor.com.uy

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