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Padres monstruosos
Un hombre y una mujer con una enfermiza relación con sus hijos protagonizan una comedia desgarradora con potentes canciones pop interpretadas en vivo
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05 de agosto de 2017 a las 05:00
El problema son los demás. Y no entienden por qué no sos igual. El problema son siempre los demás", le cantan los padres protagonistas de Los monstruos a sus hijos. Niños puestos en un pedestal y cargados con las obsesiones de sus padres que maquillan como pueden sus dificultades para criarlos.
Ella, interpretada por Adriana da Silva, es una madre separada cuya hija es muy callada e introvertida. Él, Hugo Giachino, enfrenta solo la crianza de su hijo luego del abandono de su esposa e insiste en que el niño con sobrepeso aprenda a defenderse con violencia del bullying que sufre en el colegio.
Con dos músicos en escena, un guitarrista y un pianista, cada momento de la historia cierra con una canción que con humor condensa visceralmente lo que pasa en las cabezas de estas dos personas desbordadas por el desafío de ser padres.
La obra se quedó además con cuatro premios de la Asociación de Cronistas del Espectáculo de la Argentina (ACE), así como con la distinción Hugo de Oro que reconoce al teatro musical en la vecina orilla.
Giachino, que trabajó en más de 16 musicales en el teatro derivados de los éxitos televisivos Plop! y Telecataplum, vio la obra en Buenos Aires y resolvió hacerla en Montevideo.
"Me cautivó el texto, que no es el de una comedia musical cualquiera. Toca una temática que a nosotros nos quedaba bien", dijo Giachino a El Observador en referencia a la realidad de que ambos son padres y tienen experiencia en musicales.
Formada en la Escuela Multidisciplinaria de Arte Dramático (EMAD) y en la escuela de comedia musical de Julio Bocca en Buenos Aires, Da Silva protagonizó superproducciones musicales como Cabaret, Victor Victoria y La jaula de las locas.
Da Silva y Giachino viajaron a Buenos Aires a ensayar con Dionisi, lo que les resultó una experiencia transformadora por la energía renovadora del director. "Al ser un director tan joven, él hizo y deshizo mil veces la escenas hasta último momento. Entonces no te daba tiempo de ubicarte en tus zonas de comfort", recordó Da Silva.
Los dos actores relatan que el proceso fue intenso y removedor porque revivían sus experiencias como padres. "Muchas de las escenas que hacíamos nos afectaban emocionalmente porque sí o sí veíamos las caritas de nuestros hijos. Entonces estábamos todo el tiempo replanteándonos si lo que habíamos hecho estaba bien", recordó Da Silva. "Siempre estábamos al borde del llanto", agregó.
Los monólogos son lineales y con escasas pausas. Entre ellos, solo dialogan cuando se encuentran tres veces durante la obra.
Cada canción marca un momento de la historia de estos dos padres luchando por sobrevivir con sus hijos, a los que les cuesta adaptarse socialmente, e impresionar a los demás adultos manteniendo las apariencias.
Aunque es un musical y hace reír, los temas que trata son crudos. Fuera de la imagen de revista de consultorio con la madre y el padre abrazando felices a su hijo, esta obra muestra el costado de las personas enfermizas que traspasan la locura a sus hijos.
Por la actualidad de algunos de los temas tratados, los actores invitaron a docentes y a especialistas en adolescencia e infancia a ver la obra. "Estamos en esa onda de preocuparnos un poco más y ver por dónde mejorar la convivencia padres, hijos, docentes", explicó Da Silva.
Los monstruos está todos los martes de agosto a las 20.30 en la Sala Hugo Balzo del Auditorio del Sodre. Las entradas se venden en Tickantel y boleterías del Auditorio con un costo de $ 350.
Sus poderosas canciones condensan las emociones de los personajes y a la vez colaboran en digerir la crudeza de lo que dicen.
La técnica e interpretación de Da Silva y Giachino es de un altísimo nivel. Y a lo largo de la obra vuelven a impresionar en cada canción.
Es la oportunidad para ver una propuesta teatral diferente en el medio montevideano y retirarse tarareando los temas y remordiéndose a la vez.
La versión del musical de Broadway de Omar Varela dirigida por Nacho Cardozo cerró en julio una temporada con entradas agotadas en el Galpón.
Un caballo se lamenta
Estrenado en el Notariado en junio de este año, el espectáculo de cabaret con canciones de Bertolt Brecht fue edirigido por Marcelino Duffau.
Arráncame la vida
Protagonizada por Adriana da Silva, el musical que recorre las canciones de Chico Novarro estuvo en el Notariado el año pasado.
Ella, interpretada por Adriana da Silva, es una madre separada cuya hija es muy callada e introvertida. Él, Hugo Giachino, enfrenta solo la crianza de su hijo luego del abandono de su esposa e insiste en que el niño con sobrepeso aprenda a defenderse con violencia del bullying que sufre en el colegio.
Con dos músicos en escena, un guitarrista y un pianista, cada momento de la historia cierra con una canción que con humor condensa visceralmente lo que pasa en las cabezas de estas dos personas desbordadas por el desafío de ser padres.
Orígen porteño
Los monstruos nació en Buenos Aires de la pluma de Emiliano Dionisi, un dramaturgo de 30 años, quien junto a Martín Rodríguez, de 25 años y encargado de la música y las letras, ganaron la Bienal Joven de Buenos Aires en 2015.La obra se quedó además con cuatro premios de la Asociación de Cronistas del Espectáculo de la Argentina (ACE), así como con la distinción Hugo de Oro que reconoce al teatro musical en la vecina orilla.
Giachino, que trabajó en más de 16 musicales en el teatro derivados de los éxitos televisivos Plop! y Telecataplum, vio la obra en Buenos Aires y resolvió hacerla en Montevideo.
"Me cautivó el texto, que no es el de una comedia musical cualquiera. Toca una temática que a nosotros nos quedaba bien", dijo Giachino a El Observador en referencia a la realidad de que ambos son padres y tienen experiencia en musicales.
Formada en la Escuela Multidisciplinaria de Arte Dramático (EMAD) y en la escuela de comedia musical de Julio Bocca en Buenos Aires, Da Silva protagonizó superproducciones musicales como Cabaret, Victor Victoria y La jaula de las locas.
Da Silva y Giachino viajaron a Buenos Aires a ensayar con Dionisi, lo que les resultó una experiencia transformadora por la energía renovadora del director. "Al ser un director tan joven, él hizo y deshizo mil veces la escenas hasta último momento. Entonces no te daba tiempo de ubicarte en tus zonas de comfort", recordó Da Silva.
Los dos actores relatan que el proceso fue intenso y removedor porque revivían sus experiencias como padres. "Muchas de las escenas que hacíamos nos afectaban emocionalmente porque sí o sí veíamos las caritas de nuestros hijos. Entonces estábamos todo el tiempo replanteándonos si lo que habíamos hecho estaba bien", recordó Da Silva. "Siempre estábamos al borde del llanto", agregó.
Un musical innovador
A diferencia de las comedias musicales tradicionales, en las que actúan enormes cuerpos de baile y tienen gran despliegue escénico, Los monstruos presenta a dos actores en un escenario despojado con la compañía de dos músicos ubicados al fondo de la escena.Los monólogos son lineales y con escasas pausas. Entre ellos, solo dialogan cuando se encuentran tres veces durante la obra.
Cada canción marca un momento de la historia de estos dos padres luchando por sobrevivir con sus hijos, a los que les cuesta adaptarse socialmente, e impresionar a los demás adultos manteniendo las apariencias.
Aunque es un musical y hace reír, los temas que trata son crudos. Fuera de la imagen de revista de consultorio con la madre y el padre abrazando felices a su hijo, esta obra muestra el costado de las personas enfermizas que traspasan la locura a sus hijos.
Por la actualidad de algunos de los temas tratados, los actores invitaron a docentes y a especialistas en adolescencia e infancia a ver la obra. "Estamos en esa onda de preocuparnos un poco más y ver por dónde mejorar la convivencia padres, hijos, docentes", explicó Da Silva.
Los monstruos está todos los martes de agosto a las 20.30 en la Sala Hugo Balzo del Auditorio del Sodre. Las entradas se venden en Tickantel y boleterías del Auditorio con un costo de $ 350.
Reseña
Al constar solo de dos actores y dos músicos, la obra se convierte en un arma simple pero contundente que lanza a la platea un texto visceral y removedor con una temática que puede llegar a doler.Sus poderosas canciones condensan las emociones de los personajes y a la vez colaboran en digerir la crudeza de lo que dicen.
La técnica e interpretación de Da Silva y Giachino es de un altísimo nivel. Y a lo largo de la obra vuelven a impresionar en cada canción.
Es la oportunidad para ver una propuesta teatral diferente en el medio montevideano y retirarse tarareando los temas y remordiéndose a la vez.
Los últimos musicales
El violinista en el tejadoLa versión del musical de Broadway de Omar Varela dirigida por Nacho Cardozo cerró en julio una temporada con entradas agotadas en el Galpón.
Un caballo se lamenta
Estrenado en el Notariado en junio de este año, el espectáculo de cabaret con canciones de Bertolt Brecht fue edirigido por Marcelino Duffau.
Arráncame la vida
Protagonizada por Adriana da Silva, el musical que recorre las canciones de Chico Novarro estuvo en el Notariado el año pasado.
