"Paraguay es un polo de atracción"

¿Cuál es el estado de la economía paraguaya luego de un sostenido crecimiento?

Si tuviera que definir una palabra para la economía paraguaya tomaría el de resiliencia. Así como a ustedes acá en Uruguay le tocó bailar con la más fea por la empatía que tienen con Argentina y Brasil, con Paraguay pasa algo parecido por estar en medio de dos gigantes a nivel sudamericano. ¿Por qué resiliencia? Porque si uno mira los números entre 2003 y 2012, Paraguay crecía muy bien a una tasa de 5%; pero ahí todos se expandían, era muy fácil. El brillo paraguaya comienza aparecer cuando toda la región se desacelera, principalmente Argentina y Brasil. Sin embargo, Paraguay siguió creciendo a una tasa de 4% anual que es muy fuerte. Este años vamos a estar alrededor de esto y el próximo vamos a mantener ese guarismo, con la ventaja que ahora vemos la luz al final del túnel en lo que refiere a Argentina y Brasil, que parecen estar levantando cabeza.

¿Qué desafíos tiene pendiente Paraguay en materia macroeconómica? ¿Sigue siendo la infraestructura un cuello de botella?

En la parte macro estamos muy bien en el terreno fiscal y monetario. Ahora en lo que estamos haciendo énfasis en el gobierno es no solo mirar la cantidad del gasto público sino la calidad. Básicamente lo que se hizo –a pesar que no fue muy popular desde el punto de vista político– fue haber realizado un congelamiento de los salarios y los gastos corrientes en general para elevar los gastos de capital. Los gastos de capital corresponden al Ministerio de Obras Públicas y tenían un promedio de US$ 200 millones. El año pasado llegamos a US$ 600 millones y en 2017 vamos a estar cerca de US$ 700 millones solo en ese rubro. Triplicar la inversión no es todo lo que necesitamos pero creo que fue un paso en la dirección correcta. De hecho la inversión pública en Paraguay está alcanzado por primera vez el 3% del PIB. Se está haciendo un esfuerzo porque hay que recuperar casi 40 años de atrasos. Tenemos que ver cómo el sector privado puede sumarse. La principal ruta que tenemos es la que va de Asunción a Brasil –está dividida en dos tramos– y ambos fueron concesionados al sector privado por medio a las APP (Asociación Público-Privado).

¿Cómo están hoy las cuentas fiscales de Paraguay?

En 2013 se aprobó una ley de responsabilidad fiscal que tiene muchos aspectos interesantes. El primero de ellos es que te limita el déficit fiscal a 1,5% del PIB. Otro aspecto fundamental es cómo se pueden aumentar los salarios del sector público porque en Paraguay hubo casos donde hubo ajustes de 30% en años preelectorales, donde todo el esfuerzo de cuatro años se tiraba por la borda. Los salarios públicos únicamente pueden ajustar solo cuando lo hace el sector privado y como máximo en su magnitud. Además, los gastos corrientes puedan aumentar como máximo en 4% en términos reales. Entonces, está muy acotado el tipo de gasto que no es bueno para el mediano plazo de cualquier economía y por eso se enfatiza el gasto en infraestructura, que es positivo en el corto plazo porque crea empleo y en el mediano porque mejora la productividad del país.

Paraguay también ha sabido captar bastante inversión extranjera, incluso de capitales de la región como Brasil o Uruguay. ¿A qué atribuye eso?

Paraguay intenta posicionarse como un hub productivo. Tiene algunas ventajas comparativas que son muy difíciles de igualar. En primer lugar la energía. Comparado con Brasil tenemos una energía 40% más barata. Pueden venir dos Riotinto (minera) que tenemos energía de sobra. Tiene una mano de obra joven. El 67% de la población tiene menos de 30 años. Tal vez si uno mira los indicadores sociales o de educación, los paraguayos no sean los más educados de la región pero son trabajadores altamente entrenables. De hecho, hace poco fuimos a hablar con algunas maquiladoras que se dedican al cableado de automóviles y no solo habían alcanzado la productividad de Brasil, sino que era igual a la de Corea. Después tenemos un sistema impositivo y burocrático favorable para las inversiones. En el segmento de maquila se paga un 1% sobre las ventas. Todo ese conjunto de cosas hace que Paraguay sea un polo de atracción de inversores. Y no era fácil hacerlo al comienzo porque era un país que no tenía la mejor fama en el Mercosur. Pero poco a poco los inversionistas nos fueron acompañando y comenzaron a traer inversiones de Uruguay, pero especialmente desde Brasil donde los empresarios ven que pueden disminuir sus costos y al mismo tiempo equilibrar sus ganancias. Cuando Brasil estaba en su peor recesión, las exportaciones de maquila desde Paraguay a este país aumentaron un 28% por año. Esto es muchísimo. Este año, con Brasil apenas recuperándose, están creciendo a 40%. De hecho, una vez que Brasil se recupere las inversiones brasileñas que llegaron al país van a seguir expandiéndose.