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Preparan medidas de seguridad para trasladar a 1.870 presos

Policía determinará puntos de riesgos antes de llevarlos a Punta de Rieles
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10 de enero de 2018 a las 05:00
El Ministerio del Interior realizará un traslado masivo de presos desde distintas prisiones del país hacia la nueva cárcel de Punta de Rieles, lo que demandará un inusual operativo de seguridad. El objetivo es descongestionar centros penitenciarios que tienen sobrepoblación, dijeron El Observador. fuentes de Interior y de la Policía.

Las medidas de seguridad que implican movilizar delincuentes demandarán una serie de trabajos logísticos para prevenir un intento de liberación durante el traslado, así como inconvenientes en las cárceles –sobre todo en el penal de Libertad– a la hora de concretar la salida de los presos. Distintas direcciones policiales ya trabajan en la determinación de "puntos críticos" y en "prevenir un atentado terrorista", según se desprende de un documento oficial al que accedió El Observador.

Los presos serán llevados desde las cárceles de ocho departamentos hacia Punta de Rieles en grupos de 120 personas. El operativo se concretará en horas diurnas, comenzará el 15 de enero y finalizará en la primera semana de mayo, según el cronograma ya establecido.
120 reclusos serán trasladados por día hasta terminar el operativo en la primera semana de mayo, según lo planificado por la Policía.
El tema fue abordado este lunes en el Ministerio del Interior en una reunión que encabezó el subsecretario Jorge Vázquez, que en estos días oficia de ministro interino ante la licencia del titular, Eduardo Bonomi. De ese encuentro participó el director de la Policía Nacional, Mario Layera, y una veintena de jerarcas de distintas direcciones, entre ellas Inteligencia e Interpol. También estaban los representantes de las jefaturas de Policía de Canelones, Tacuarembó, Rivera, San José, Montevideo, Maldonado, Durazno y Florida, lugares con cárceles congestionadas desde donde se movilizará presos.

Reservado

Un informe de la Dirección de Planificación y Estrategia Policial del Ministerio del Interior que circula entre la oficialidad y lleva el rótulo de "reservado", estableció las grandes líneas de seguridad para trasladar a 1.870 reclusos. En la reunión del lunes con Jorge Vázquez se estableció que el traslado masivo de presos demandará "el desplazamiento de caravanas, (convoys) por rutas nacionales y vías urbanas", lo que implicará la intervención de varias unidades policiales para brindar seguridad.


Para ello se contará con apoyo aéreo y se hará un seguimiento de los vehículos que intervengan a través de las cámaras de videovigilancia del Ministerio del Interior.

El Instituto Nacional de Rehabilitación, que dirigirá el operativo, deberá tomar las medidas de seguridad que estime necesarias. Entre otras, se dispuso que las jefaturas involucradas realicen un "patrullaje encubierto" cerca de las cárceles departamentales y deberán informar de cualquier movimiento inusual.
En el documento de 10 páginas, se estableció la necesidad de "mantener reservas operativas" para el caso de un asalto a los convoys, es decir que deberá haber personal listo para actuar si es requerido.

Riesgos

La cárcel de Punta de Rieles es de seguridad media, por lo que los delincuentes "pesados" continuarán en la cárcel de Libertad y en algunos módulos del Comcar.

Quienes trabajan en el operativo en principio observan dos escenarios de posibles incidentes.
Uno es en las cárceles donde hoy se alojan los reclusos a ser trasladados. Ahí pueden registrarse forcejeos con los que no quieran aceptar ser llevados.

Unos 600 reclusos expresaron su voluntad de ir a la nueva cárcel de Punta de Rieles, informó una fuente de la Policía a El Observador, pero el resto de los presos, es decir la mayoría de los que van a ser trasladados, rechaza el cambio. El otro punto de riesgo es el trayecto –que en algunos casos será de cientos de kilómetros– para lo cual se planifica la forma de repeler un eventual ataque. De ahí la importancia de que haya "reservas operativas", se explicó a El Observador.


En la orden impartida se afirmó que habrá tareas de "observación, información y contra-información" en torno a las distintas penitenciarías que se verán involucradas en el operativo.

Habrá un monitoreo permanente de las cárceles y alrededores y se alertará "de potenciales factores de riesgo que eventualmente perturben o atenten el normal desarrollo del operativo", afirma la nota.
Sobre los eventuales riesgos, se especificó que deben redactarse informes "con antelación" sobre tareas de "prevención de atentados terroristas", dice el documento de la Policía.

Bomberos y Policía de Tránsito también estarán alertas

Cada unidad de la Policía convocada para asegurar el traslado de presos hacia el nuevo penal de Punta de Rieles tendrá funciones específicas. El jefe del operativo lo designará el Instituto Nacional de Rehabilitación (INR) según se afirma en un documento de la Dirección de Planificación y Estrategia Policial.

La Guardia Republicana – uno de los cuerpos de la Policía más entrenados y con presencia en todo el país– en coordinación con el Instituto de Rehabilitación será la que deberá disponer de personal para dar apoyo a las caravanas que trasladarán a los reclusos. También se prevé que la Republicana tenga grupos de intervención para "el control de masas" ante cualquier incidente. Las jefaturas departamentales involucradas, que son ocho en total, también deberán tener personal listo para actuar y darán seguridad a las caravanas cuando se trasladen por territorios de su jurisdicción.
Las Jefaturas de Policia harán reuniones de coordinación antes de cada traslado. Ahí se definirá el número de vehículos y personal que se destinará sin descuidar la seguridad de los departamentos.
La Policía de Tránsito ayudará en la seguridad a las caravanas y tendrá la responsabilidad, junto al INR, de establecer las rutas "principales y alternativas" por donde se circulará con los presos. No sólo está previsto cambiar de ruta por un accidente sino, por ejemplo, ante una manifestación que pueda ocurrir.

Además, con motos de la Policía se irá despejando el camino a los convoys que tendrán como destino a Punta de Rieles. Los Bomberos, además de estar atentos para intervenir, dispondrán de una ambulancia con médico para una eventual asistencia, mientras que la emergencia del Hospital Policial así como la Policía Científica deberán estar en estado de "alerta" señala el informe al que accedió El Observador.

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