Presidente de Magistrados dijo que jerarca de Interior "invita a hacer justicia por mano propia"

El director de la Unidad de Comunicación de la cartera de seguridad identificó algunas causas que, a su criterio, explican una de las "peores estadísticas de delitos" que registrará el país cuando se presenten los números en julio, y que constatarán, entro otros datos, un aumento en el entorno del 50% de las rapiñas en comparación a 2015.

Entre los factores que determinan esta realidad, dijo Gil, se encuentran algunos "tristes fallos que se contraponen al sentido común y (que) a toda lógica dejan vía libre a delincuentes que viven del delito y no encuentran sanción acorde a su conducta".

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Entrevistado en el programa Para empezar el día de Radio Oriental, Reyes respondió este jueves que no sabía "qué quiere decir con tristes fallos", que en todo caso esa calificación se "contrapone al sentido común, y que "no es una cuestión empíricamente demostrable" afirmar que algunas sentencias judiciales afecten la seguridad de la sociedad.

"Hay una lógica del Ministerio del Interior, que es una lógica policial, que (consiste en que) los jueces parecen estar en función o a resultas de la investigación policial o del ministerio público (...) y como que todo lo que pase por la Policía viene santiguado o debe ser santiguado por los jueces", dijo el magistrado, y recordó que " a veces los jueces no se convencen de la bondad de la prueba y si tienen dudas no tienen que condenar y (sí) absolver".

Otro cuestionamiento de Gil, que también ha hecho el ministro Eduardo Bonomi en otras oportunidades, apunta a que algunas decisiones judiciales en materia de violencia, en que se ordenan custodias policiales, obliga a la cartera a destinar efectivos que podrían utilizarse en tareas de vigilancia.

"Decisiones judiciales que asignan custodias (en casos de violencia doméstica principalmente) restan fuerza efectiva al patrullaje y desarman la respuesta policial planificada", expresó Gil en su blog. Y más adelante agregó que esto tiene consecuencias "nefastas: menor respuesta operativa de las Unidades de Respuesta Policial en todo el país (con la mayor concentración en Montevideo y Canelones)".

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Reyes dijo en respuesta que "el hecho de que haya muchas denuncias fundadas, serias y con riesgo no debería llevar a pensar 'qué macana que hacen los jueces', sino "qué tanta violencia doméstica y tanta violencia de género".

Además, el magistrado sostuvo que "la cantidad" de agentes policiales con que cuenta el Ministerio del Interior "no es un problema de la decisión judicial". La Justicia, aseveró, se ocupa de que a "la persona que denuncia, (y) que está en situación de riesgo, se le asigne protección, y si esa protección es dada por uno, dos, tres o cuatro policías es un tema del Ministerio de Interior, que tiene un problema con policías que no quieren cumplir la custodia, indudablemente por razones lógicas".

"Es curioso que el Ministerio del Interior no se plantee (que) hay un déficit en la investigación, persecución e investigación, todas tareas propias del Ministerio. No hay una línea de autocrítica y preocupación respecto a la tarea policial".

Esas razones lógicas son la inseguridad que manifiestan algunos policías al hacer guardia en casas ubicadas en contextos críticos.

En suma, el magistrado consideró que la intención del director de la Unidad de Comunicación de la cartera de Interior fue "simplificar deliberadamente los problemas de seguridad", aunque afirmó que se trata de una posición clásica de esta secretaría de Estado. "Históricamente ha sido así, porque además es sumamente sencillo trasladar la culpa al Poder judicial, (que) no tiene visibilidad ni legitimidad del voto electoral. Es absolutamente fácil", cuestionó.

Sobre el final, Reyes responsabilizó a Fernando Gil de "invitar a la ciudadanía a la justicia por mano propia", porque, según entiende, es un mensaje que transmite que "todo está mal en el sistema de Justicia, y eso es un claro error".

Y finalizó: "Es curioso que el Ministerio del Interior no se plantee (que) hay un déficit en la investigación, persecución e investigación, todas tareas propias del Ministerio. No hay una línea de autocrítica y preocupación respecto a la tarea policial".