Pocos días habían pasado de este 2018 cuando el tema irrumpió en la agenda de buena parte de los uruguayos. Decenas de productores rurales de Paysandú y Río Negro comenzaban a organizarse por fuera de las gremiales tradicionales del sector para plantear sus reclamos y le generaban al gobierno un dolor de cabeza inesperado. El movimiento comenzó a crecer, tuvo réplicas en todo el interior del país y se fijó el 23 de enero para realizar una gran asamblea en
Durazno. ¿Y después?
Y si bien son optimistas por el nivel de "expectativa y esperanza" que existe en el sector, saben que "mantener la llama encendida" no es tarea fácil, dijo a El Observador Álvaro Riva, presidente de la Sociedad Agraria de Durazno.
Luego del encuentro en Durazno, un grupo reducido de delegados de las distintas gremiales –incluidas las tradicionales- se volverá a reunir para evaluar lo realizado y ver cómo seguir. Por lo pronto, el 26 de enero se le entregará un documento al presidente Tabaré Vázquez con los reclamos y esperan obtener una respuesta concreta. De todas formas, por ahora no existe una estrategia definida. "Queremos establecer claramente que hay una situación complicada y que esta movilización es en serio", agregó Riva.
El productor reconoce que es un "desafío" mantener los reclamos en la agenda y apunta que el hecho no exista una organización constituida detrás de las protestas tiene aspectos positivos y negativos a la vez. Por un lado, el movimiento pierde poder para incidir en la agenda diaria pero al mismo tiempo, según entiende Riva, las movilizaciones no dependen "de unas pocas personas que determinan una línea de acción". Riva entiende que la protesta tiene que seguir "con movilizaciones dentro de la legalidad".
Marcelo Nogué, uno de los voceros del movimiento, tiene la esperanza de que luego del martes 23 se abran los caminos de diálogo con el Poder Ejecutivo para iniciar un intercambio. Sin embargo, la posición del gobierno ha sido firme: quiere negociar con las gremiales rurales tradicionales, las mismas que ya fueron recibidas por el presidente Vázquez el lunes 15 , más la
Federación Rural que decidió no asistir-.
"Lo otro es el caos", dijo el mandatario y en el mismo sentido se expresó el flamante ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Enzo Benech, dos días después tras reunirse con el Secretariado Ejecutivo del Frente Amplio. Nogué espera que también se abran caminos de diálogo a nivel legislativo. Para eso, la presencia de integrantes de las comisiones de Ganadería del Senado y Diputados en Durazno es un primer paso.
Los productores lograron movilizar a una importante cantidad de gente en un sector que no está acostumbrado a protestar en las calles ni a estar en el día a día de la agenda informativa, según dijo Riva. Pero saben que su reclamo se puede diluir con el paso del tiempo. "Necesitamos respuestas", insistió Nogué.
De las respuestas que obtengan del
gobierno y de la capacidad de movilización que logren mantener más allá del 23 de enero dependen los productores para lograr al menos algo de lo que están reclamando.