Protesta del agro "prendió una mecha" que no debe ser ignorada

Los denominados productores autoconvocados del agro son un movimiento genuino pero incierto, cuyo destino aún es impredecible, pero que tienen el potencial de transformarse en una pesada carga para el tercer gobierno del Frente Amplio si no les presta debida atención, coincidieron con matices varios analistas políticos consultados por El Observador.

Los especialistas entienden que es difícil proyectar hoy cuál será el impacto electoral que tendrá esta manifestación de disconformidad porque todavía quedan 22 meses para las elecciones nacionales y, sobre todo, porque mucho depende del éxito que vaya a tener. Aunque coinciden que los reclamos son para el gobierno del Frente Amplio.

"El impacto va a depender mucho más de cuanto se extienda el tema y como se resuelva. En este momento es un movimiento incierto y no hay elementos estructurales o institucionales fuertes que pueda indicar hacia donde va", dijo el directo de Factum, Eduardo Botinelli, a El Observador.

Como un "fenómeno incierto" también lo caracterizó el analista Federico Irazábal. "No está consolidado, ni siquiera sabemos quienes son los interlocutores", dijo.

A pesar de esa incertidumbre, lo que parece estar claro es que el reclamo "prendió rápido" y va más allá del sector productivo.

"Se prendió una mecha que trasciende al campo y que tiene que ver con el costo del estado", dijo la politóloga Fernanda Boidi a El Observador quien, de todas manera, dijo que esta observación debe ser medida.

La especialista entiende que el descontento en el sector producitvo tiene que ver con la percepción generalizada de que existe un desprecio con su actividad por parte del gobierno.

"Hay disconformidad con como el gobierno los trata. Creen que no les importa, o que no hay personas idóneas a cargo o que se despilfarra donde no se debe", señaló.

Pero el relato de quienes empujan este movimiento en redes ("somos los que ponemos el lomo al desarrollo, no nos escuchan y encima pagamos la fiesta") también hizo eco en otros sectores que se ven afectados por el costo del estado.

"Tocó una fibra que llegó a que la gente pueda empatizar con el movimiento", dijo Boidi.

En este sentido, el politólogo Adolfo Garcé dijo a El Observador que el gobierno no se puede dar "el lujo" de desconocer el problema.

"Ignorar que existe sería un problema para el gobierno en términos electorales. Así como Vázquez no soslayó el problema de los cincuentones, no debería ignorar este", señaló.

Si bien todos los consultados creen que los autoconvocados que este martes se reunirán en Durazno tienen un fuerte componente anti-gobierno y anti-Frente Amplio, para Irazabal las protesta también demuestra un "cansancio" con la política en términos generales. Por este motivo señaló que difícilmente alguien pueda sacar réditos políticos-electorales de forma inmediata.

"No parece un buen momento como para ir a sacarse fotos", dijo el analista quien consideró que los políticos que se acerquen hasta el lugar de la convocatoria deberían hacerlo en su carácter de productores o de integrantes de la respectiva comisión parlamentaria.

Para Boidi es claro que la manifestación es contra el gobierno de Tabaré Vázquez y la gestión de ganadería. "Está la idea que no se protegió al agro. El principal perjudicado hoy puede ser el Frente Amplio".

Botinelli cree que es importante estudiar cuál es la reacción de la opinión pública frente al movimiento y conocer en detalle que fragmento del electorado abarca.