Opinión > EDITORIAL

Riesgo de déficit fiscal sostenido

La persistencia del déficit fiscal de cara al próximo año indica que la tasa de desempleo no mejorará para el próximo año
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04 de noviembre de 2017 a las 08:39
La persistencia de un déficit fiscal que no bajaría el año próximo es la conclusión más preocupante de la Encuesta de Expectativas Económicas de El Observador correspondiente a octubre. El promedio de los pronósticos de 15 bancos, universidades y otras instituciones y consultores especializados estima que las cuentas públicas mostrarán al cierre de 2018 un déficit de 3,5% del Producto Interno Bruto (PIB), igual al de este año y en línea con el 3,6% registrado a setiembre. Con solo un año más del actual gobierno hasta el fin de 2019, es improbable que pueda cumplir su compromiso de cerrar el período con 2,5%, nivel todavía superior al de años atrás pero que constituye el mínimo indispensable para asegurar que el vital grado inversor no corra peligro de ser rebajado.

Con igual crecimiento del PIB en 2018, calculado en 3,2%, el camino lógico para bajar el déficit es reducir agudamente el gasto público. Pero es una ruta que elude recurrentemente a la administración Vázquez. Se lo impiden la rigidez presupuestal y la sostenida propensión de los gobiernos del Frente Amplio a volcar copiosos recursos fiscales en áreas en las que no se justifica ser dadivosos. Ante esta situación, otra salida para solventar el gasto y abatir el déficit es generar expansión exportadora y mayor consumo interno. Pero los analistas anticipan que las ventas al exterior caerán el año próximo, pese a la previsión de una suba del dólar a $ 32 para el cierre de 2018 y a mejores precios internacionales para los principales rubros de exportación del país.

La presunción de declinación exportadora se basa en las dificultades que enfrenta el gobierno para un mayor acceso a los mercados. Las determinan la falta de competitividad por los altos costos locales de producción por carga tributaria y salarial, las trabas que nos imponen los socios mayores del Mercosur y la falta de visión de sectores frenteamplistas renuentes a respaldar una mayor apertura comercial, especialmente hacia el Pacífico, como lo evidencia la oposición de esos grupos a la ratificación del tratado de libre comercio con Chile. Tampoco se anticipa ayuda del consumo interno, que bajaría medio punto porcentual en 2018 con respecto a este año.
Como consecuencia de las perspectivas anticipadas por los analistas, la baja tasa actual de ocupación y el desempleo por encima del 8% se mantendrían sin señales de mejora el año próximo. Por lo menos esperan que la inflación no vuelva a escapar del tope de la meta oficial de 7%, lo que permitiría un modesto crecimiento del salario real. Los resultados de la encuesta de octubre no muestran grandes variaciones con los pronósticos del mes anterior. Pero apuntan en general a un panorama poco favorable para el fortalecimiento sustentable de la economía. Las razones de mayor incidencia negativa para el desarrollo son un gasto público que aumenta en vez de disminuir, la golpeada competitividad del sector productivo por voracidad fiscal y los obstáculos que ponen desde dentro del propio Frente Amplio para ampliar mercados de exportación, temas todos cuya solución compete directamente al gobierno.

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