La invitación estaba dirigida a los "viejos amigos del barrio" y la cita programada para las 19.30 horas de este martes en la calle Ejido esquina La Cumparsita. La promesa era escuchar al expresidente Julio María Sanguientti hablar desde un rol activo, criticando al Uruguay actual y reivindicativo de las viejas tradiciones batllistas, aquellas convicciones políticas que lo llevaron a vestir la banda presidencial en 1985 y 1995. Y cuando llegó, un centenar de personas su puso de pie para ovacionarlo con aplausos y gritos de ánimo.
"Este país de paz y convivencia va pasando a ser un Uruguay violento", exclamó el Sanguinetti en el acto, al tiempo que ubicó al delito como el único protagonista de la sociedad actual. Se refirió, asimismo, a las
declaraciones en El Observador del director nacional de Policía, Mario Leyera, sobre la inseguridad en el país y comentó estar desconcertado cuando escucha que el Estado "no puede con la
delincuencia", a lo que concluyó que el país esta "sumergido en una tragedia".
"No podemos renunciar a que este país se nos vaya de las manos y termine en un estado fallido". En la entrevista, Layera había comparado la situación de El Salvador y Guatemala con un posible futuro de Uruguay.
"Uruguay es un país que ha crecido económicamente y que ha caído en una decadencia social. Estamos en una sociedad fragmentada y enojada en donde el delito es protagonista", dijo el dos veces presidente del país, un reconocido agnóstico que luego dijo: "Tenemos que dar una batalla de fe, una batalla espiritual, porque lo que estamos viendo es decadencia".
El problema de la educación
"No se puede curar a una sociedad si no es diagnosticada", dijo como prólogo para meterse de lleno con el capítulo de la educación. Con una profunda atención por parte del público, el ex mandatario colorado aseguró que la próxima generación de jóvenes ya "marchó". "En educación hemos perdido 15 años. No sigamos perdiendo", remató.
En diálogo con
El Observador a la salida del acto
, Sanguinetti dejó caer su deseo de volver al Palacio Legislativo, sobre todo, dijo, porque las ideas batllistas "deben" tener representación. "No descarto ser
candidato a un cargo parlamentario, ya veremos cómo crecemos y qué convocatoria tenemos, pero las ideas del batllismo deben estar en el Parlamento", apuntó.