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Sindicato de AFE suspendió varios paseos en tren para cruceristas en dos semanas
Desde que a mediados de enero la Unión Ferroviaria se enfrentó con la dirección de la Administración de Ferrocarriles del Estado (AFE), detuvo sus actividades y realizó ocupaciones en distintas instalaciones, se vio afectado el turismo de cruceristas que llega a Montevideo.
Hasta la fecha se suspendieron cinco paseos en tren que coordina la Asociación Uruguaya de Amigos del Riel, incluyendo el de este lunes, cuando el crucero Queen Victoria, ya en el puerto de Montevideo, iba a destinar más de 100 pasajeros al trayecto ferroviario que comienza en la nueva estación de Paraguay y Nicaragua y que recorre los barros de Peñarol y Colón y la localidad canaria de Juanicó. El paseo incluye, entre otras visitas que ofrecen en diversos paquetes los operadores turísticos que contratan el servicio, conocer algunos museos y bodegas de la zona.
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En la Asociación, que opera con una locomotora a vapor que la propia ONG restauró para su servicio, "preocupa" que de los 40 viajes que estaban programados para realizar entre noviembre de 2017 y marzo de este año ya se hayan cancelado cinco, porque ello repercute directamente en sus finanzas.
"Al no tener ingresos se nos hace difícil seguir manteniendo nuestro patrimonio ferroviario, ya que todo lo que recaudamos lo volcamos en mantenimiento y restauración", dijo a El Observador Jorge Moalli, integrante del colectivo y encargado de coordinar los paseos. "Y además tenemos costos que afrontar, como el salario de peones y personal de limpieza, a quienes no podemos dejar de pagarles", a pesar de las interrupciones de su actividad, añadió Moalli.
El tren de la ONG no puede salir por la sencilla razón de que los operarios de la estación, afiliados al sindicato, no permiten el funcionamiento de la terminal.
El sindicato de AFE está en conflicto desde hace dos semanas, luego de que cuatro trabajadores del taller mecánico Diesel fueran despedidos, acusados por las autoridades de los Servicios Logísticos ferroviarios (SELF) y por el presidente de la empresa estatal, Wilfredo Rodríguez, de adulterar sus horarios de ingresos, marcar sus entradas para luego retirarse sin trabajar, además de robar herramientas del taller.
Por contrapartida, la Unión Ferroviaria desmintió todas estas acusaciones y demandó penalmente a Rodríguez por difamación e injurias al defender e insistir la postura de AFE en diversas declaraciones emitidas en los medios de comunicación.
