Sociedad de Pediatría apoya vacunación contra el HPV en las escuelas

La Sociedad Uruguaya de Pediatría (SUP) apoyó la campaña de vacunación contra el virus del papiloma humano (HPV, por su sigla en inglés) en las escuelas. Esta iniciativa del Ministerio de Salud Pública (MSP) recibió críticas por parte de un colectivo de 13.300 personas que, a través de las redes sociales, recomiendan a los padres no firmar la autorización para que las niñas reciban la dosis.

La SUP expresó en un comunicado que respalda la vacuna contra el HPV ya que se trata de un método "seguro y efectivo", que fue probado en todo el mundo. Afirmó también que la inoculación se administra hace 10 años y protege contra los serotipos oncológicos 16 y 18, que son responsables de más del 70% de los casos de cáncer de cuello de útero.

Recordó además que en Uruguay, según cifras recientes, la incidencia y mortalidad por este cáncer son muy elevadas. Se diagnostican unos 350 casos al año y se reportan cerca de 140 muertes por este motivo. En promedio, cada tres días muere una uruguaya por cáncer de cuello de útero.

"Basados en el análisis científico y el amplio seguimiento del tema, se respalda la decisión del MSP de brindar como una posibilidad la vacuna contra el HPV en las escuelas, junto con el resto de las vacunas incluidas en el Certificado Esquema de Vacunación", afirmó en el comunicado.

Los colectivos que están en contra de la vacunación sugieren que las contraindicaciones asociadas a la vacuna son muy graves, por lo que es riesgoso exponer a las niñas a la inoculación. También afirman que los estudios completos serán publicados a los 30 años de su utilización, por lo que todavía es muy pronto para saber si la vacuna es segura y efectiva contra el cáncer de cuello de útero.

La campaña de vacunación empezará la próxima semana en las escuelas del oeste de Montevideo y se extenderá a todo el país antes de finales de mayo. Además de la vacuna contra el HPV, el ministerio suministrará la dpTA, que protege contra el tétano, la difteria y la tos convulsa.

Los padres tienen que firmar una autorización para que los niños sean vacunados. Si bien la dpTA es obligatoria, las familias no tienen por qué permitir que el equipo de enfermeros la suministre. A su vez, los adultos pueden autorizar una sola vacuna si no están de acuerdo con alguna de ellas.