Temen corrimiento del delito de Maldonado hacia Rocha

Caía la tarde cuando Cristian Molina, un distribuidor de Rocha, llegaba a su casa con su camión, luego de su jornada de trabajo. No se imaginó que comenzaría el fin de semana largo agradeciendo conservar su vida, aunque con una pierna herida por un balazo. Eso, por enfrentarse a un delincuente armado, que lo asaltó pocas cuadras antes de su domicilio y le disparó cuatro veces antes de darse a la fuga.

Tres días antes, en la mañana del martes 10, la empresaria Susana Nicodella descubrió que su barraca de La Paloma había recibido varios disparos de bala en una de sus ventanas. Nicodella, conocida por denunciar ante la Justicia penal la estafa de algunos gestores del Plan de Vivienda Sindical del PIT-CNT, de la que fue una de las perjudicadas, asegura que además recibió varias amenazas.

Estos hechos generan preocupación en el Centro Comercial e Industrial de Rocha (CCIR), y teme que la inseguridad, pero sobre todo la violencia, deje de ser algo "extraño" en el departamento, dijo su presidente, Martín Rodríguez.

"Nos mantendremos atentos a los acontecimientos, y no cesaremos en nuestra prédica y acción en defensa de nuestros derechos a vivir en paz, armonía y respeto", comunicó el gremio de comerciantes rochense este viernes, luego de solicitar a las autoridades nacionales que velen "por los ciudadanos" y que cumplan con "su deber", "adoptando las medidas que el pueblo está reclamando".

Ninguno de los hechos delictivos de la semana pasada ha sido aclarado, dijo a El Observador el jefe de la Policía de Rocha, Claudio Pereyra. Pero la principal preocupación de la CCIR es quedar en desventaja frente al vecino departamento de Maldonado, que ha tomado medidas en el último año para mejorar su seguridad, y que exista un corrimiento del delito.

Entre "las medidas" reclamadas, se encuentra la exigencia de que se cumpla el compromiso que asumió el Ministerio del Interior, junto a la Intendencia de Rocha, de completar el desarrollo del sistema de videovigilancia del departamento, inaugurado en setiembre de 2016, cuando el Consejo de Ministros visitó la capital.

Si bien el proyecto había sido rechazado en una primera instancia por no contar con recursos suficientes, Rodríguez explicó que el CCIR propuso asumir la tercera parte de los costos, estimada en unos US$ 30 mil. "Es que preveíamos esta escalada de violencia", dijo.

Pero más de un año después, y a menos de dos meses de comenzar la temporada de verano, solo hay 28 cámaras instaladas de las más de 400 que se planificaron en el acuerdo. "El sistema funciona muy bien –evalúa–, pero no cubre toda el departamento". No cubre, precisamente, la franja costera, en donde se encuentran los populares balnearios de La Paloma, La Pedrera, Costa Azul y La Aguada –por poner cuatro ejemplos–, que siempre reciben grandes flujos de visitantes. "Hace poco robaron a unos turistas argentinos y otros brasileros", señaló Rodríguez.

La preocupación crece cuando se advierte qué sucede en Maldonado. Allí, ya llevan casi un año funcionando 1.200 cámaras coordinadas por un centro de monitoreo, en el marco de un programa departamental que lleva de nombre Ciudades Inteligentes-Maldonado Seguro.

¿En qué afecta a Rocha esa realidad? Desencadenando un "fenómeno natural", aseguró el comisario Pereyra, jefe policial de Rocha. "En la medida en que aparece y aumenta la presencia de estos sistemas de seguridad –explicó–, el delito se empieza a trasladar hacia lugares donde esto falte".

Y Rodríguez es claro: "No queremos que Rocha sea el destino de los delincuentes".

Con "mucha preocupación", la Cámara Uruguaya de Turismo se contactó con "todos los niveles" del Ministerio del Interior durante todo este año para lograr una respuesta a este mismo problema. Pero no hubo éxito, dijo a El Observador Juan Martínez, presidente de la gremial. "El turismo se nos viene arriba y tenemos toda la zona costera de Rocha sin cámaras", advirtió.

Y la situación se agrava cuando se consideran las expectativas que hay para la próxima temporada estival. Se cree que "va a ser exitosísima, incluso más que la anterior", la cual ya había registrado el récord histórico de la visita de más de un millón de turistas en los primeros dos meses del año. "Y ese caudal va a haber que controlarlo de alguna forma –dijo Martínez–. Hay zonas en que no solamente faltan cámaras, sino que son peligrosas y muy poco transitadas".

Por lo pronto, el jefe de la Policía departamental dijo que se espera que "se duplique" la cantidad de cámaras para diciembre y que se solucionen "algunos sistemas que tienen ciertas dificultades", como sucede en determinadas localidades a las que sí llega la videovigilancia, como es el caso de Castillos y Chuy.

Pero para los empresarios no alcanza y no se entiende por qué no se los prioriza, por qué no se completa el desarrollo del sistema de seguridad. "Nos extraña sobremanera , porque en La Paloma, por ejemplo, ya está la fibra óptica, necesaria para colocar todas las cámaras que entendemos que faltan. No comprendemos por qué no quieren dar solución a este problema", lamentó el presidente de la Cámara de Turismo.

La explicación del Ministerio del Interior, dijo, es que debe seguirse "un plan de instalación" riguroso, que concibe otras zonas en el país antes que la costa de Rocha. "No nos dieron ninguna esperanza".

En términos generales, para combatir la inseguridad creciente en el departamento, "que no escapa a la realidad del país", de acuerdo al comisario Pereyra, se apuesta a la "intensificación del patrullaje y al fortalecimiento de las investigaciones". "Son las líneas de acciones que tenemos, que quizás no sean las mejores, pero constituyen la respuesta que podemos brindar hoy", concluyó el jerarca.