Tom Pain: basado en todo

El miedo por lo general paraliza tanto a humanos como a animales. Y si bien el miedo atraviesa todo el monólogo de Tom Pain, nada detiene a este personaje a la hora de compartir de forma visceral algunas experiencias de su vida que lo marcaron y que pueden recordarle al espectador sus propias grietas.

El unipersonal protagonizado por el actor Rogelio Gracia en la sala Atahualpa de El Galpón es un juego en el que el público es parte. Tom Pain no solo relata e intenta explicar y desenredar sus reflexiones, sino que también le pregunta al público sobre los miedos, sus sueños y sus heridas.

Una relación amorosa fallida, una anécdota dolorosa de la infancia y una picadura de abeja desencadenan esta obra de alto riesgo para el actor. Gracia debe empatizar con el público y además integrar sus respuestas, en el caso de que estas aparezcan.

"¿Cuándo se terminó tu infancia?", es una de las preguntas que el personaje le hace a la audiencia mientras abre sus propias heridas en el escenario. Buscando complicidad o compañía en el recuerdo del dolor, esta es una de las múltiples interrogantes que pueden perseguir a los espectadores cuando estén de camino a casa.

"Voy a omitir los detalles, y también las partes principales", dice el personaje al iniciar el relato. Pain es caótico, interrumpe y retoma sus relatos con salidas cómicas o irónicas que hacen más digerible el recorrido por temas tan profundos como la vida, la muerte, el miedo y el amor.

Su falta de certezas e imperfecciones lo hacen tan simpático como humano y con oportunos momentos de magia, el personaje nos recuerda que la vida tiene guardadas sorpresas a pesar de los momentos negros y las eternas cuestionantes de para qué sirve el sufrimiento.

El título completo de la obra es Tom Pain (Basado en nada) pero perfectamente podría ser "basado en todo" porque la obra ahonda en los grandes temas del ser humano. En una mirada sumamente contemporánea el autor estadounidense Will Eno propone un texto abierto y flexible que en su nombre en inglés el apellido del protagonista se puede traducir como "dolor".

La obra fue finalista del premio Pulitzer 2005 en la categoría Drama.

El actor uruguayo Rogelio Gracia llegó a este título por recomendación de alguien que la vio en Nueva York, lugar donde además reside el autor. Pasaron diez años entre la primera buena impresión y el estreno. Varios asuntos dilataron el proyecto que finalmente Gracia emprendió con el actor de la Comedia Nacional Lucio Hernández en la dirección.

El equipo uruguayo, que además contó con Stefanie Neukirch para la traducción, estuvo en contacto constante con el autor en Estados Unidos que los asesoró sobre el sentido exacto de sus letras.

Después de coronar el 2016 con el Florencio a Mejor actor por su papel en la obra de Jorge Denevi Fin de partida, el pasado febrero Gracia estrenó su primer unipersonal. Su interpretación de Tom Pain cosechó excelentes críticas y también lo llevó a Buenos Aires donde hizo una temporada en el Teatro El Extranjero, entre otros logros (ver recuadro).

Gracia concreta con éxito este primer desafío en solitario y genera una linda conexión con el público en este juego que hace desaparecer la cuarta pared. En la pieza no hay música, ni mayores distracciones por lo que el peso cae sobre el gran oficio actoral de Gracia. Ahí está la responsabilidad de vehiculizar un texto complejo pero amigable que ofrece pequeños momentos mágicos en los que quedan expuestas la simplicidad y complejidad de la vida.

"Ustedes son libres de sentir lo que quieran", dice el personaje luego de iniciar varios relatos, no terminar ninguno y dejar preguntas abiertas. En ese llamado a que el espectador sea libre, es probable que el autor habilite a que el espectador sepa que la pieza puede gustar o no, caer bien o mal, pero con seguridad algo generará, como la picadura de una abeja, que sigue ardiendo a la salida del teatro.

Tom Pain está los miércoles de noviembre en la Sala Atahualpa de El Galpón. Las funciones son a la hora 20:30 y las entradas están a la venta en Tickantel o boleterías del teatro a $ 350.