Los seleccionadores dedican cada vez menos tiempo a ver el contenido de un currículum y esto tiene que ver con las estrategias para destacar y hacerse visible en un mercado laboral que exige "ser diferente". Hoy la simple lectura de la vida laboral ya no permite al reclutador percibir qué tipo de profesional tiene delante. Cada vez más se tiene en cuenta el peso de la personalidad y de los valores del
para valorar el encaje en la cultura de la compañía.
Los reclutadores apenas leen los tres primeros párrafos de la vida laboral de cada aspirante. Además de esa escasa atención hacia lo que dice su CV, tampoco dedican demasiado tiempo a cada caso concreto.
Se debe buscar nuevas formas de impactar al seleccionador en un tiempo récord para pasar a la segunda fase del proceso de selección.
Si el mercado laboral pide nuevas habilidades y capacidades profesionales a los candidatos y exige que estos adopten además nuevas fórmulas de búsqueda de trabajo, es lógico que las ofertas de empleo no puedan seguir siendo como siempre.
La importancia de las redes sociales
Cómo se manejan los perfiles de Linkedln, Twitter e incluso Instagram o Snapchat resulta cada vez más determinante. Antes de estar frente a un seleccionador, este ya posee una gran cantidad de información acerca del candidato. Las
empresas y reclutadores hacen uso de las redes sociales para saber cómo se comporta y qué dice la persona que quiere acceder al trabajo.
La consultora estratégica de capital humano Eva Collado recomienda "saber elegir a los compañeros de viaje, aquellos que aportan, acompañan, ayudan y abren puertas, siempre que se haga exactamente lo mismo por ellos".
Collado añade que el verdadero influyente "es el que resulta reconocido por su trabajo; que ha sabido utilizar inteligentemente el escaparate que suponen las redes y plataformas sociales para amplificar su área de actuación e influencia".
Cómo superar los fracasos
Si ya es difícil reivindicarse profesionalmente y tener claro lo que se debe hacer para adaptarse a las nuevas exigencias, dificulta mucho más poder superar un período en el cual se pasa por numerosos procesos de selección y entrevistas en los que el rechazo surge permanentemente.
Aunque los resultados no sean buenos, se debe seguir intentando. Sería negativo evitar una entrevista de trabajo porque no se sabe cuándo puede surgir la siguiente oportunidad.
La sucesión de rechazos puede ser una oportunidad para actualizarse o analizar qué profesiones emergentes son las más demandadas.
Es conveniente revisar el comportamiento, ver cómo se plantea el CV o si se adecua al mercado laboral. Si las entrevistas laborales fallidas siempre son para el mismo puesto de trabajo, es necesario plantearse trabajar en otra actividad o en otro sector.