El presidente de Estados Unidos,
Donald Trump, y su mujer, Melania, fueron invitados por la corona británica a tomar el té en el palacio de Windsor este viernes, en medio de su visita al Reino Unido. Pero en el encuentro, el mandatario tuvo una descortesía hacia la reina Isabel II al no respetar el protocolo establecido en el trato con la realeza.
Las reglas de la corona establecen que quien camina a su lado lo debe hacer dos pasos detrás, y que por ende jamás debe darle la espalda. Sin embargo, en la caminata realizada a su llegada al palacio Trump caminó en varias oportunidades por delante de la reina.
El mandatario estadounidense dio por zanjada su agenda oficial en su primera visita al Reino Unido con el encuentro con Isabel II, de 92 años, quien los recibió en el patio interior de la residencia real, ubicada en el condado de Berkshire.
Posteriormente, una compañía de la Guardia Real, rindió honores de ordenanza y se interpretó el himno de EEUU, tras lo cual ambos jefes de Estado pasaron revista a las tropas.
Concluida esta ceremonia, Isabel II invitó al matrimonio Trump a tomar el té en el castillo, en lo que fue el último acto oficial del presidente estadounidense.
Por la tarde, la pareja Trump abandonó el castillo de Windsor para poner rumbo a la ciudad escocesa de Glasgow, donde culminarán su visita al Reino Unido de manera privada y pasarán el fin de semana jugando al golf en el campo de Turnberry, el mismo en el que lo hizo Dwight D. Eisenhower en 1959.
Ambos mostraron una buena sintonía y May aseguró que Trump ha accedido a "perseguir un ambicioso
acuerdo comercial" una vez se materialice el "
brexit" (la retirada del Reino Unido de la Unión Europea), el 29 de marzo de 2019.
En la noche del jueves, May ofreció una cena de gala en honor a su invitado en la que estuvieron acompañados por más de un centenar de empresarios británicos de todos los sectores.