"Acabo de renunciar al trabajo. Vamos a arrancar con lo de las
huertas. Hay que darle para adelante", le dijo, un día a fines de 2014, el analista en Marketing Horacio García a su amigo Martín Fossemale, estudiante avanzado de Agronomía. Fue así que nació
Huerta en casa, un servicio de
diseño, armado y mantenimiento de huertas a domicilio, que llevan adelante también junto al ingeniero agrónomo Pedro Young. La idea había estado germinando durante dos años, desde que Fossemale había compartido en un asado de amigos productos de su huerta urbana. García se entusiasmó y le pidió ayuda para crear una en su casa. Al terminarla se quedaron charlando de que se trataba de un servicio que no existía. Los dos años siguientes se pasaron intercambiando plantines e información, y la huerta se fue convirtiendo en una pasión.
García trabajaba en el departamento de Marketing de una compañía hasta que dijo basta. "No aguanté más ver el sol solo por una ventana", contó mientras acomodaba plantines en el espacio al aire libre que Huerta en casa tiene en Camino Pichincha y Camino Carrasco.
Se volcaron de lleno al emprendimiento, y lo presentaron al público en diciembre de 2014 en la apertura de la tienda de la marca de calzados Telma en Carrasco. Allí empezó el boca a boca que hizo crecer la demanda.
Huerta en casa
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Huerta en casa instala plantíos a medida en jardines o espacios reducidos como balcones o azoteas, incluyendo los cajones de madera que son realizados por carpinteros locales. Primero se visita el lugar para verificar si es apto. Hay lugares en los que se opta por no realizar el trabajo: "Pasa en visitas a barrios como Pocitos o Punta Carretas, con lugares muy sombríos; le tenemos que decir que no. No es un tema de vender o no, sino que (la huerta) pueda ser exitosa".
Luego se brinda un presupuesto y una lista de variedades de plantas para elegir.
"La huerta arranca con un lápiz y un papel", señaló Fossemale. Hay una especial dedicación a lo estético y a la tierra mejorada que se provee. "Con plantines sanos y tierra de primer nivel, el éxito está en que la persona riegue, le dedique 10 minutos al día", aseguró Fossemale, quien considera que las huertas urbanas no son solo una moda, sino que vinieron para quedarse. Para reforzar este punto agregó que la experiencia del emprendimiento indica que el 80% de quienes comienzan una huerta la conservan en el tiempo.
También ofrece un servicio de mantenimiento y reposición respetando los ciclos de las plantas.
Un saltito más
Los tres fundadores han logrado dedicarse por entero al proyecto y hacerlo viable económicamente.
Más allá de la incertidumbre inicial, cuando vieron que empezaba a funcionar decidieron seguir con la misma filosofía que los llevó a empezar: la pasión por la conexión con la naturaleza. "Es un estilo de vida. La mayoría de la gente que tiene por primera vez una huerta en su casa dificilmente la abandone", comentó Fossemale, mientras mostraba la huerta que tienen plantada en su sede, entre girasoles, variedades de mostaza, albahaca limón y distintos tipos de tomate.
tomate huerta en casa
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Allí también pueden verse espacios sembrados por grupos de empleados de
empresas. Esta es una de las propuestas que se suma a la instalación de huertas a domicilio, junto con regalos empresariales y charlas en compañías, armado de huertas en restaurantes (tienen entre sus clientes a Chivi Pizza y el Fondito) y escuelas, además de talleres y cursos.
"Sabíamos que la continuidad no dependía de estar atrás del signo de pesos, sino de hacer las cosas bien", comentó Fossemale.
"Sabíamos que la continuidad no dependía de estar atrás del signo de pesos, sino de hacer las cosas bien", comentó Fossemale.Por el momento, los socios de Huerta en casa no han buscado apoyo en las organizaciones del ecosistema emprendedor.
Huerta en casa
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Fossemale y García coinciden en que la característica del servicio "100% personalizado" que realizan hace que haya un tope en relación a las huertas que puedan hacer, y por ende, de los clientes a atender.
Sin embargo, consideran que este año sería positivo explorar la posibilidad de un apoyo del ecosistema con el objetivo de "pegar un saltito más".
9.000
pesos puede costar una huerta de 1,20 metros por 0,60, con tierra, plantas y seguimiento, de la que pueden abastecerse unas cinco personas.