Estilo de vida > ALEMANIA

Un recorrido por los orígenes de la monstruosidad del nazismo

Un viaje a Múnich es una invitación a reconstruir la cuna del Tercer Reich, apreciar una majestuosa arquitectura y también su pasado medieval
Tiempo de lectura: -'
07 de mayo de 2018 a las 05:00
Visitar Múnich es un privilegio. Su majestuosa arquitectura, su pasado medieval y su origen asociado a aquellos monjes benedictinos que elaboraban cerveza en los monasterios hacen de la capital de Baviera un lugar repleto de encantos.

Durante siglos, Múnich fue epicentro de poder y tuvo un rol protagónico en Europa. Pero aun a riesgo de ser injustos con aquel pasado de sueños de grandeza imperial, apenas comienzan a recorrer sus calles, los visitantes enfrentan la tentadora invitación a ser testigos de los orígenes de algunas de las páginas más oscuras del siglo XX. Múnich es, antes que nada, un viaje a la cuna del nazismo. Esas cervecerías con siglos de historia fueron el escenario desde el cual un por entonces desconocido joven austríaco llamado Adolf Hitler comenzó a convencer a los alemanes de que era hora de recuperar la gloria perdida, sin importar los costos.

Múnich está repleta de pistas sobre los orígenes del Tercer Reich. Mientras aún masticaba bronca por la rendición alemana en la primera guerra mundial, Hitler llegó a Baviera en busca de permanecer alistado en un ejército desmovilizado y con la autoestima por el suelo. En aquella Alemania efervescente y radicalizada, sus superiores le encomendaron espiar a los partidos políticos.

Munich
undefined

En una antigua cervecería, Hitler comenzó a escuchar los discursos de los referentes del Partido Obrero Alemán. Allí, al mismo tiempo que tomaba apuntes, aplaudía con entusiasmo los discursos de quienes hablaban de la superioridad de la raza aria y de la necesidad de respetar su pureza. De a poco, ese joven que escuchaba en silencio los discursos desde un rincón comenzó a hacer oír sus opiniones, y a despertar la admiración de aquellos veteranos ansiosos de revancha.

Varios de ellos creyeron que por fin habían conocido al hombre que destrozaría cada una de las páginas del odioso Tratado de Versalles y devolvería a Alemania la gloria perdida. El local que albergaba dicha cervecería sigue en pie en el centro de la ciudad. Con la ayuda de Google Maps y algunas fotografías, los viajeros podrán ubicarlo, aunque allí ya no hay rastros de aquella sede política. Ahora funciona un negocio de venta de teléfonos celulares.

Quienes visiten Múnich podrán, a su vez, conocer la emblemática (e impactante) cervecería Hofbräukeller. Ese enorme local, en el que beben cerveza de Baviera miles de turistas cada día, fue el escenario del primer y efervescente discurso político de Hitler, el 16 de octubre de 1919. De manera no oficial, Hofbräukeller fue la sede del partido nazi, en una ciudad cuya historia está directamente asociada a la cerveza y en la que cualquier reunión importante está acompañada por esa bebida. El escenario ubicado debajo de un enorme techo en forma de bóveda aún puede ser visitado. Hay quienes dicen que la pintura esconde algunas esvásticas de los tiempos de la dictadura nazi.

El entusiasmo era tan grande que pocos años después, en 1923, Hitler creía estar preparado para llegar al poder por la fuerza, inspirado por la Marcha sobre Roma que un año antes había protagonizado Benito Mussolini en Italia.

Mientras algunos altos jerarcas del gobierno de Baviera estaban reunidos en la cervecería Bürgerbräukeller la noche del 8 de noviembre, Hitler entró al local, disparó al techo y proclamó el inicio de una revolución. A la mañana siguiente, los nazis marcharon sobre Múnich y se enfrentaron con la policía. El golpe de Estado fracasó y Hitler fue encarcelado.

Dieciséis nazis murieron aquella mañana de 1923 y, tiempo después, fueron homenajeados como mártires. Hitler ordenó colocar una placa en su honor en el sitio donde cayeron. Bajo la amenazante presencia de dos oficiales de las SS, quienes pasaban por allí en los tiempos del nacionalsocialismo estaban obligados a realizar el saludo nazi.

Sin embargo, había un pequeño callejón llamado Viscardigasse que oficiaba como camino alternativo para evitar ese sitio. Los opositores al Tercer Reich preferían caminar por ese angosto pasaje y por eso hoy los adoquines tienen un simbólico color dorado en homenaje a quienes no estaban dispuestos a levantar el brazo derecho en muestra de fidelidad hacia el führer. La placa ya no está. Fue retirada por los soldados aliados.

Una visita ineludible para quienes deseen hurgar en los orígenes del nacionalsocialismo es la Casa del Arte de Múnich. Inaugurado en 1937, ese imponente edificio de enormes dimensiones y techos altísimos buscaba que el visitante se sintiera pequeño frente al régimen. Y lo lograba. Esos pasillos fueron testigos de las exposiciones que intentaban convencer a los alemanes de la superioridad de la raza aria. Este edificio linda con el enorme jardín inglés de la ciudad. Hacia el fin de la segunda guerra mundial, los alemanes colocaron sobre el techo una malla verde para camuflarlo y evitar los bombardeos.

Múnich fue la capital del nazismo, pero también fue una ciudad donde hubo resistencia. Uno de los casos más emblemáticos fue el de La Rosa Blanca, un grupo de jóvenes que decidió apelar a un poderoso recurso para enfrentar a la dictadura nazi: la palabra. Estos estudiantes universitarios redactaron panfletos con denuncias sobre las atrocidades del Tercer Reich y los repartieron por la ciudad.

Sophie Scholl, una de las integrantes del equipo, subió a un altillo de la universidad y tiró los panfletos, pero fue vista. La condenaron a morir en la guillotina, el 22 de febrero de 1943. Frente a la Universidad de Múnich, en el suelo, hay un memorial que simula los panfletos repartidos por estos jóvenes.

También vale la pena visitar el edificio nazi donde se firmaron los acuerdos de Múnich entre alemanes, británicos y franceses en setiembre de 1938. En ese lugar, en 1933, estudiantes y profesores quemaron en forma pública los libros de los autores prohibidos por el régimen.

A cada paso, las calles de la capital de Baviera recuerdan cada uno de los eventos que allí ocurrieron. Visitar los mismos lugares en los que Hitler planificó el imperio que pretendía durar mil años parece ser una buena excusa para que los amantes de la historia del siglo XX elijan ese destino. Ver para intentar entender. De eso se trata.

horno Munich
Dachau. A menos de 20 kilómetros de Múnich se ubica el campo de concentración Dachau. Ese sitio estuvo abierto desde marzo de 1933 hasta abril de 1945. Desde 1965, Dachau está abierto al público como museo conmemorativo, en línea con la política que lleva adelante Alemania de conservar la memoria sobre lo sucedido.
Dachau. A menos de 20 kilómetros de Múnich se ubica el campo de concentración Dachau. Ese sitio estuvo abierto desde marzo de 1933 hasta abril de 1945. Desde 1965, Dachau está abierto al público como museo conmemorativo, en línea con la política que lleva adelante Alemania de conservar la memoria sobre lo sucedido.

Reconstrucción

reconstruccion edificio Munich
undefined

Múnich, al igual que todas las grandes ciudades alemanas, fue bombardeada durante la segunda guerra mundial y sufrió enormes destrozos. Un aspecto al que los viajeros deberían prestar atención es que muchas de las fachadas de los edificios históricos están pintadas, imitando la forma en la que eran antes de las bombas. Al fin de la guerra la ciudad carecía de recursos para restaurar las edificaciones y optaron por esta alternativa más económica.

La esvástica oculta

esvastica.jpg
undefined

A la hora de caminar por Múnich, vale la pena prestar atención a cómo son recordados hoy los hechos del nacionalsocialismo, un pasado no tan lejano. Además de monumentos en conmemoración de las víctimas, hay algunas pistas ocultas que hablan por sí solas. A pocas cuadras de la Marienplatz, hay un local que vende monedas de colección de la historia de Alemania. Aquellas piezas de los tiempos del Tercer Reich tienen la esvástica tapada para evitar los problemas legales que implica mostrar ese símbolo de poder nazi en la Alemania de hoy.

Comentarios

Registrate gratis y seguí navegando.

¿Ya estás registrado? iniciá sesión aquí.

Pasá de informarte a formar tu opinión.

Suscribite desde US$ 345 / mes

Elegí tu plan

Estás por alcanzar el límite de notas.

Suscribite ahora a

Te quedan 3 notas gratuitas.

Accedé ilimitado desde US$ 345 / mes

Esta es tu última nota gratuita.

Se parte de desde US$ 345 / mes

Alcanzaste el límite de notas gratuitas.

Elegí tu plan y accedé sin límites.

Ver planes

Contenido exclusivo de

Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.

Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá

Cargando...