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Una huella dactilar, la pista que ayudó a detener a un integrante de la banda detrás de las últimas explosiones de cajeros
Este viernes la Policía logró detener a uno de los integrantes de la banda que el pasado 18 de abril hizo explotar el cajero automático de Lezica y Guanahani y logró hacerse del dinero de su interior, informó el Ministerio del Interior. Si bien los delincuentes habían escapado de la Policía aquel día tras una persecución, uno de ellos –de ciudadanía uruguaya-, pudo ser identificado gracias a que su huella dactilar quedó impregnada en un plástico que se encontraba dentro del terminal. Se trataba de una parte de la máquina que sobrevivió a la explosión.
Esta persona, que tiene antecedentes penales, es investigada por su participación en otras dos explosiones a cajeros ocurridas la semana pasada. La primera fue el sábado 14 de abril, cuando los delincuentes explotaron el cajero instalado en el supermercado Disco de 20 de Setiembre y Palmar y se llevaron el dinero. El otro ocurrió el martes 17, cuando fue el turno del cajero de Rivera y Solano López. En este último los delincuentes no pudieron llevarse el botín.
El hombre fue formalizado por un delito de asociación para delinquir en concurrencia fuera de la reiteración con reiterados delitos de estragos en régimen de reiteración real, y con reiterados delitos de hurto especialmente agravado en calidad de autor. Asimismo, se le dispuso prisión preventiva por 90 días a la espera de un juicio oral.
El plan de huída
Aquel miércoles 18 los delincuentes habían planeado bien su huida. En la puerta del cajero de Lezica y Guanahani los esperaba un Nissan Sentra de color gris y vidrios polarizados, listo para sacarlos del lugar si la Policía se aparecía para intentar frustrar su robo.
La explosión alertó a un móvil policial que se encontraba en la zona, y como los delincuentes preveían, se produjo una persecución por varias cuadras. Para cubrir su huida llevaban unos pequeños trozos de madera llenos de clavos, que son conocidos como "miguelitos", y que emplearon para pinchar las ruedas de los patrulleros. Además, utilizaron un extintor de incendios para lanzar una cortina de polvo blanco que logró despistar a los efectivos, que los perdieron de vista.
La Policía continúo las investigaciones hasta dar con la huella dactilar que permitió identificar al integrante de la banda que acabó siendo capturado.
