Las autoridades del Centro de Viticultores del Uruguay (CVU) programaron una asamblea para el próximo viernes, que se hará en la sede de la gremial ubicada en Las Piedras y en cuyo marco, de no contemplarse la solución reclamada al gobierno para los productores que no han podido comercializar su uva, activarán medidas de lucha gremial.
Aramir Silva, secretario del CVU, anunció a El Observador que "no están definidas esas medidas, hay ideas, por ejemplo sacar los tractores a las rutas para trancar el tránsito y así ser escuchados, pero hay otras maneras". A su vez, no descartó que la medida se pueda expresar incluso en Montevideo, además de en zonas productivas, como en localidades de Canelones.
Silva dijo que muchos productores no tienen segura la comercialización de su producción, por lo cual el estado de ánimo en esos viticultores es malo.
En ese marco, la directiva y la Comisión Fiscal del CVU decidieron el martes pasado planear algunas medidas de lucha. Esta situación no está relacionada con las movilizaciones que productores de otros rubros del agro han realizado en distintas zonas del país.
El directivo explicó que la situación es crítica al menos para 50 familias vinculadas al CVU y para el personal asalariado de esas pequeñas empresas vitícolas, a lo que se añade un problema grave en Colonia, en la gremial Sovicar, cuyos productores debido al cierre de una bodega quedaron sin una industria a la que comercializar la producción de esta nueva vendimia.
Silva enfatizó que "si el viernes, durante la asamblea, no hemos tenido respuestas afirmativas de parte del Instituto Nacional de Vitivinicultura (Inavi) –sus autoridades, indicó, tienen previsto reunirse este jueves– ni del nuevo ministro de Ganadería (Enzo Benech), no vamos a esperar más y aplicaremos las medidas".
Explicó que los productores aspiran a que el gobierno, a través del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) y por algún mecanismo que afirma está contemplado en el sector, adquiera la uva a los productores y que el CVU, como institución garante, coordine con el Inavi para que cuando se comercialice el vino producido con esa uva se reintegre el dinero correspondiente al MGAP.
De esa manera, según lo establece la ley que regula el comercio respectivo, los productores podrían recibir el 60% del dinero en mayo y el resto en octubre de este mismo año.
Silva detalló que los productores están en conocimiento de posibilidades de exportaciones de vino a diversos mercados, entre ellos Rusia, México, Brasil y hasta Francia, "incluso hay acá ahora un bróker francés interesado en el vino de esos productores".
Aclaró que la comercialización de la uva de esos productores a industrias locales no es viable. La industria "no tiene plata para este negocio", dijo.
A los efectos de cubrir los costos productivos y que los productores obtengan un margen de rentabilidad razonable, los productores solicitaron a nivel del Inavi un precio de $ 12,66 por kilo de uvas tintas, $ 9,60 por kilo de uva moscatel y $ 8,55 por kilo de las uvas uniblanc.
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