Nacional > La herencia del Pepe
Abrazado a un cogollo: el legado al que se aferra Mujica
La legalización de la marihuana es, acaso, el único logro con el nombre propio del expresidente
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24 de agosto de 2017 a las 05:00
José Mujica explotó como hacía tiempo no explotaba. Agarró del brazo al ministro de Economía, Danilo Astori, y lo presionó frente a testigos. Después levantó la voz ante los periodistas y, como si tal cosa, amenazó con "trancar" el Parlamento donde los votos de su sector son fundamentales para que el gobierno de Tabaré Vázquez siga andando. La reacción del expresidente y actual senador ocurrida el jueves 17 –luego de que los bancos se negaran a participar del negocio de la marihuana legal- puede parecer exagerada pero es, si se mira bien, justificable.
Porque Mujica corre el riesgo de que se le vaya de las manos el que acaso sea el logro más destacable de su gobierno en medio de una cantidad de frustraciones y de insolvencias que le hicieron ganar fama de ejecutor incompetente.
La legalización de la venta de marihuana en farmacias no solo repercutió en el extranjero, donde la figura de Mujica ya es icónica. También es una novedad en un país donde los cambios suelen ser lentos y escasísimos.Cuando, en el futuro, se recuerden los días en los que el cannabis empezó a ser expendido casi como cualquier otro producto, el nombre de Mujica será invocado con justicia.
Pero su legado no irá mucho más allá de este experimento comercial con una droga recreativa.
Por ejemplo, aquello de "educación, educación, educación" quedó como un simple enunciado de principios y Mujica solo se puede jactar de haber fundado una universidad tecnológica en el interior del país.Es verdad que el exguerrillero tupamaro le puso fin a la larguísima "guerra de las patentes" pero los automóviles siguen transitando por rutas que, en muchos casos, son un cúmulo de pozos pese al dinero invertido por el Ministerio de Transporte.
Los miles de puestos de trabajo que iba a generar el proyecto minero de Aratirí quedó en una demanda millonaria ya que la empresa Zamin Ferrous considera que el Estado le cambió las reglas de juego y les arruinó el negocio.Los minerales de Aratirí iban a partir hacia el resto del mundo a través del promocionado puerto de aguas profundas de La Paloma, otro emprendimiento fallido en el que se gastaron miles de dólares para estudiar su viabilidad.
Así en la tierra como en el cielo, el proyecto para que, de las cenizas de Pluna, despegara Alas Uruguay, capotó definitivamente. Además, Mujica propició la llegada de presos de Guantánamo y de refugiados Sirios para salvarlos de su destino y hospedarlos en este rincón del sur. Sin embargo, muchos de estos extranjeros no encajaron en las costumbres uruguayas y, luego de reclamar mayores cuidados por parte del Estado, esperan la oportunidad para despegar del aeropuerto de Carrasco y no volver nunca más.
Por eso, el jueves pasado Mujica agarró del brazo a Astori y le dijo "este tema me lo tenés que solucionar sí o sí", según informó el portal Ecos. Luego, frente a los periodistas arremetió con furia contra quienes, según cree, no previeron que el sistema financiero se iba a despegar de la venta de marihuana obligando a las farmacias a abrirse del negocio o a estudiar bajarse en caso de que no se encuentre una solución. "Solo voy a hablar de marihuana", les dijo Mujica ese día a los periodistas que lo esperaban y se descargó con todo. "Si esto se tranca (lo de la marihuana), queda trancado el Parlamento. Acá no va a salir nada. No se puede permitir que no se encuentre una solución", advirtió el expresidente.
Sin puertos, sin carreteras, sin emprendimientos de gran porte que legar al porvenir, Mujica se abraza mayormente a la agenda de derechos aprobados durante su gobierno –matrimonio igualitario y despenalización del aborto- que, en todo caso, fueron impulsados por el Frente Amplio desde el Parlamento.
Pero si hay algo que tiene la marca a fuego del Pepe, esa es la marihuana legal. Por eso, Mujica no está dispuesto a dejar que la burocracia le queme a destiempo estos verdes cogollos que, si siguen echando humo, lo harán pasar a la historia sin más trámites.
Porque Mujica corre el riesgo de que se le vaya de las manos el que acaso sea el logro más destacable de su gobierno en medio de una cantidad de frustraciones y de insolvencias que le hicieron ganar fama de ejecutor incompetente.
La legalización de la venta de marihuana en farmacias no solo repercutió en el extranjero, donde la figura de Mujica ya es icónica. También es una novedad en un país donde los cambios suelen ser lentos y escasísimos.Cuando, en el futuro, se recuerden los días en los que el cannabis empezó a ser expendido casi como cualquier otro producto, el nombre de Mujica será invocado con justicia.
Pero su legado no irá mucho más allá de este experimento comercial con una droga recreativa.
Por ejemplo, aquello de "educación, educación, educación" quedó como un simple enunciado de principios y Mujica solo se puede jactar de haber fundado una universidad tecnológica en el interior del país.Es verdad que el exguerrillero tupamaro le puso fin a la larguísima "guerra de las patentes" pero los automóviles siguen transitando por rutas que, en muchos casos, son un cúmulo de pozos pese al dinero invertido por el Ministerio de Transporte.
Los miles de puestos de trabajo que iba a generar el proyecto minero de Aratirí quedó en una demanda millonaria ya que la empresa Zamin Ferrous considera que el Estado le cambió las reglas de juego y les arruinó el negocio.Los minerales de Aratirí iban a partir hacia el resto del mundo a través del promocionado puerto de aguas profundas de La Paloma, otro emprendimiento fallido en el que se gastaron miles de dólares para estudiar su viabilidad.
Así en la tierra como en el cielo, el proyecto para que, de las cenizas de Pluna, despegara Alas Uruguay, capotó definitivamente. Además, Mujica propició la llegada de presos de Guantánamo y de refugiados Sirios para salvarlos de su destino y hospedarlos en este rincón del sur. Sin embargo, muchos de estos extranjeros no encajaron en las costumbres uruguayas y, luego de reclamar mayores cuidados por parte del Estado, esperan la oportunidad para despegar del aeropuerto de Carrasco y no volver nunca más.
Por eso, el jueves pasado Mujica agarró del brazo a Astori y le dijo "este tema me lo tenés que solucionar sí o sí", según informó el portal Ecos. Luego, frente a los periodistas arremetió con furia contra quienes, según cree, no previeron que el sistema financiero se iba a despegar de la venta de marihuana obligando a las farmacias a abrirse del negocio o a estudiar bajarse en caso de que no se encuentre una solución. "Solo voy a hablar de marihuana", les dijo Mujica ese día a los periodistas que lo esperaban y se descargó con todo. "Si esto se tranca (lo de la marihuana), queda trancado el Parlamento. Acá no va a salir nada. No se puede permitir que no se encuentre una solución", advirtió el expresidente.
Sin puertos, sin carreteras, sin emprendimientos de gran porte que legar al porvenir, Mujica se abraza mayormente a la agenda de derechos aprobados durante su gobierno –matrimonio igualitario y despenalización del aborto- que, en todo caso, fueron impulsados por el Frente Amplio desde el Parlamento.
Pero si hay algo que tiene la marca a fuego del Pepe, esa es la marihuana legal. Por eso, Mujica no está dispuesto a dejar que la burocracia le queme a destiempo estos verdes cogollos que, si siguen echando humo, lo harán pasar a la historia sin más trámites.
