"El secretario general de la Organización de Estados Americanos (
OEA),
Luis Almagro, ha terminado de asumir una postura injerencista en relación a
Venezuela que lo convierte en un funcionario del Ministerio de Colonias norteamericano y un procónsul del imperialismo norteamericano". Así comienza una nota de opinión redactada por Pablo Siris, comunicador de la Embajada de Venezuela en Montevideo.
El artículo fue publicado en el
blog del autor y remitido a los medios de prensa y otros contactos de la sede diplomática. Allí se acusa al excanciller uruguayo de parcialidad con respecto a Venezuela y de ser funcional con el gobierno de Estados Unidos.
"Este secretario general es realmente locuaz cuando se trata de Venezuela, al mejor estilo de un gobernador colonial. No solamente con la Patria de Bolívar, pero particularmente con ella", indica Siris, después de mencionar los artículos que piden que el secretario general del organismo regional sea un articulador de la democracia, y no "un juez, ni un vocero oficial u oficioso, ni el paladín que dicta las pautas de comportamiento de los gobiernos del continente".
La carta menciona varios ejemplos de las intervenciones públicas de Almagro sobre Venezuela.
Comienza con una
carta al entonces canciller venezolano Elías Jaua, al que el uruguayo recordó que las revoluciones no debían limitar los derechos de la gente
. "Estos juicios de valor -compartibles, o no- son inadmisibles para un funcionario diplomático internacional", criticó Siris.
Otro ejemplo es la carta del secretario general de la OEA a la presidenta del Consejo Nacional Electoral, Tibisay Lucena, el pasado 10 de noviembre, cuando
la acusó de parcialidad a favor del gobierno de Nicolás Maduro.
"Almagro, además de continuar en una prédica irrespetuosa a la titular del CNE, se adjudica un papel que nadie le asignó", cuestionó el venezolano, pues el uruguayo indicó que "si mirara para otro lado ante el reclamo de la oposición de su país y de la comunidad internacional estaría faltando" a sus "deberes esenciales".
Y así con otras críticas a las intervenciones del secretario general de la OEA.
"No es este momento de reeditar el Ministerio de las Colonias (como bien definiera a la OEA el comandante Fidel Castro), ni es el momento en que los procónsules del imperio (disfrazados de embajadores o de secretarios generales) le dirán a los pueblos y gobiernos del continente lo que deben hacer", sentencia el venezolano.