Amy Schumer busca conquistar Latinoamérica con su humor soez e imperfecto

En la otra punta del continente, la comediante Amy Schumer no deja de acumular títulos entre la nobleza del espectáculo. Reina de la comedia. Ídola ácida del feminismo. Líder del poderoso resurgir del formato de sketches.

Sin embargo, a medida que uno se aleja de Estados Unidos, los chistes de Amy pasan a convertirse en algo culto y de disfrute de unos pocos. La geografía y las diferencias culturales limitan a su público a un mero puñado compuesto por dedicados amantes de la comedia y por espectadores que, pendientes de las noticias del gigante norteamericano, están dispuestos a invertir su tiempo en ver qué tiene para ofrecer el país, fuera del cable y el cine.

Para los atentos e interesados, empero, las oportunidades también tienen restricciones. Más allá del fugaz pasaje de Schumer por las salas uruguayas con la película Esta chica es un desastre (2015), el programa que la dio a conocer, Inside Amy Schumer, solo se puede encontrar en videos desperdigados por Youtube, sin los chistes de stand-up que hilan las distintas piezas. Para aquellos que prefieren recurrir a las descargas ilegales, el éxito tampoco es completo, al verse necesariamente forzados a tener un conocimiento del inglés que les permita entender los juegos de palabras y los dobles sentidos.

No obstante, a partir de mañana, las barreras se levantarán y Schumer emprenderá una nueva marcha a estas latitudes con Amy Schumer: en vivo desde el Teatro Apollo, un especial íntegramente de stand-up que se estrenará a las 22 horas en el canal de cable HBO.

Filmado en mayo de este año y con la dirección de Chris Rock, Amy Schumer recorre las temáticas que ya le son usuales a la comediante. Comentarios precisos sobre los ideales de imagen corporal, el rol actual de las mujeres y los dobles estándares que atacan a los géneros son acompañados por un humor ácido, gráfico e incluso soez.

Con un banco y una botella de vino como sus únicos elementos de utilería, Schumer reniega del clásico vaso de agua de los comediantes. Ella, en su constante autocrítica, no tiene miedo de burlarse de sí misma, identificándose como una fuente inagotable de chistes sobre sexo y alcohol.

Con 34 años y una carrera de éxito reciente, el stand-up se encuentra engranado en las raíces cómicas de Schumer. Tildada "el payaso de la clase" y "la pesadilla de los profesores" por sus compañeros de secundaria, su primer paso fue cursar estudios terciarios de teatro, luego de los cuales comenzó a presentarse en locales de comedia de 2004 en adelante.

Tras lograr obtener el suficiente rédito como para dedicarse por completo a la comedia y abandonar trabajos laterales como mesera, Schumer participó en el reality show de stand-up Last Comic Standing, donde alcanzó apenas el cuarto puesto.

Pese a que su humor era demasiado incisivo para los canales tradicionales de Estados Unidos, la plataforma de cable e internet Comedy Central decidió darle espacio a su mordacidad. Junto a Last Comic Standing, los roasts de Comedy Central fueron el salto definitivo, ya que le permitieron desplegar sus observaciones despiadadas sobre celebridades como Charlie Sheen y Roseanne Barr.

Apariciones en programas como 30 Rock, Curb Your Enthusiasm y Girls pronto le dieron lugar a la popularidad de su propio programa, Inside Amy Schumer. Luego de Esta chica es un desastre, su primer rol principal en el cine mainstream, la cantidad de proyectos solo confirma que 2015 es el año de Schumer.

A una película con Jennifer Lawrence, que ambas están guionando, Schumer le sumará el libro The Girl With the Lower Back Tattoo, alineado con una tendencia de memorias ya consolidada por sus colegas Tina Fey, Amy Poehler, Mindy Kaling y Lena Dunham. Entre los planes y este nuevo especial, solo cabe esperar que el éxito no desgaste la acidez.