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Argumentos a favor y en contra de la despenalización del aborto
Era difícil o casi imposible que la suerte del proyecto se alterara. Nadie siquiera pensaba que algo fuera a cambiar los 50 votos a favor de la despenalización del aborto. Algunos argumentos, sin embargo, hicieron pensar a muchos, aunque nadie quiso entender razones. De un lado y de otro.
La sesión de Diputados que comenzó a media mañana de ayer, y se extendió hasta la madrugada, tuvo momentos de tensión, producto del debate, y de angustia, a impulso de discursos que incorporaron experiencias personales.
Hubo dos bloques claros: quienes estaban a favor del proyecto (todo el Frente Amplio menos el diputado Andrés Lima, más el diputado del Partido Independiente Iván Posada) y quienes se oponían (todos los blancos y colorados). Hubo también otros casos: los del diputado colorado Fernando Amado y el frenteamplista Darío Pérez. El primero estaba dispuesto a votar la ley, pero por disciplina partidaria, luego de una resolución de su partido, tenía que levantar la mano. Él, en cambio, eligió argumentar a favor en sala y salir para que entre un suplente.
Pérez, por su parte, contó que tiene tres hijos y que perdió un cuarto, cuando iban cuatro meses de gestación. Su relato silenció la sala, pero a nadie se le movió un pelo cuando horas más tarde se votó el proyecto. Pérez salió para que el suplente haga lo que él no quería ni “podía” hacer. Amado se retiró directamente. A lo que hizo Pérez se lo conoce en la jerga parlamentria como “votar con los pies”.
La diputada Daniela Paysee también planteó un matiz. Dijo estar a favor del proyecto, pero se negó a establecer las 12 semanas de gestación como máximo para habilitar el aborto. Al cierre de esta edición tenía previsto votar en general y por discrepar con los artículos 2, 3, 7 y 8 de la iniciativa se pensaba ir de sala para que ingresara su suplente. La legisladora del MPP, Ivonne Passada, también preveía hacer ingresar a su suplente.
¿Argumentos? Ninguno nuevo, aunque quizá alguno menos trillado que otro. Estuvieron los jurídicos, de conciencia, clínicos, políticos o filosóficos. Los contrarios repetían que practicar un aborto es matar, y los favorables dijeron que seguirían muriendo mujeres en abortos realizados en clandestinidad si no se despenaliza.
Fueron inútiles los larguísimos argumentos, nadie iba a escuchar. Y nadie escuchó, pero todos hablaron.
“Es como regular la velocidad del viento. No se puede regular a la naturaleza, tampoco regular a la naturaleza humana”
Anibal Gloodtdofsky
Vamos Uruguay, Partido Colorado
“¿Tanto que actuamos en contra de la violencia, no creen que un aborto es un acto de violencia?”
Ricardo Berois
Unidad Nacional, Partido Nacional
“No veo a un asesino en quien vote este proyecto de ley, ni a un fundamentalista quien no lo vote”
Juan Manuel Garino
vamos uruguay, Partido Colorado
“Yo me preguntaba si puedo decidir sobre la vida de otra mujer, muy pequeñita pero que se hace sentir. Pero que la he disfrutado pateándome como lo ha hecho casi ininterrumpidamente durante todo la sesión.”
Verónica Alonso
Unidad Nacional, Partido Nacional
“Esta ley es indispensable para revertir la cantidad de abortos y será idónea para disminuir la cantidad de abortos que se practican en el país”
Ivan Posada
Partido Independiente
“Quizá no sea la ley ideal, quizá no exista, pero no podemos hacernos los distraídos y no reconocer que mueren mujeres por abortos clandestinos”
Juan Carlos Souza
CAP-L, Frente Amplio
“Hay que hacerse cargo de la incomodidad y de la contradicción. Pilatos generó lo que generó”
Daisy Tourné
Partido Socialista, Frente Amplio
“Hay cosas que esta ley no resuelve. Va a seguir el circuito clandestino. Pero es un avance. Seremos un poquito menos hipócritas”
Álvaro Vega
MPP, Frente Amplio
