Al menos 15 personas murieron ayer en un atentado con coche
bomba en la ciudad costera de Jableh, un bastión del régimen del presidente
Bachar al Asad en el oeste de Siria, según informó el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH).
La ONG precisó que no estaba claro por el momento si las víctimas eran civiles o soldados sirios desplegados en esta ciudad de la provincia de Latakia. Los servicios de seguridad acordonaron la zona.
Un funcionario de Salud dijo a la televisión estatal que el hospital de la ciudad recibió los cuerpos de nueve muertos y que se estaba atendiendo a 25 heridos.
La cadena pública precisó que el coche bomba era conducido por un kamikaze que lo hizo estallar en esta ciudad que el año pasado fue golpeada por un atentado reivindicado por el grupo yihadista
Estado Islámico (EI).
La cadena mostró un coche en llamas y gente aglomerada cerca del lugar del atentado.
Una serie de atentados, entre ellos ataques suicidas reivindicados por el EI, dejaron más de 170 muertos el 23 de mayo en Jableh y Tartús, otra ciudad costera considerada un bastión del régimen.
En tanto, fuerzas militares iraquíes incrementaron la presión sobre el EI al lanzar una ofensiva para reconquistar territorios en el este del país, cercanos a la frontera con Siria, en paralelo a la operación en Mosul.