Mundo > CONFUSIÓN
Bebió de su propia orina y ganó juicio por US$ 4 millones
Daniel Chong, un joven estudiante estadounidense de 25 años acaba de ganarle una demanda a la agencia antidrogas del país, la DEA, por 4,1 millones de dólares. Fue dejado abandonado en un calabozo durante cinco días y, para sobrevivir, tuvo que beber se propia orina, entre otras cosas, informa hoy CNN.
Fue arrestado durante una redada en una boca de venta de éxtasis el pasado 21 de abril de 2012. Por dicho evento procesaron a nueve personas. Cuatro días más tarde, de casualidad, un agente abrió la puerta en la que se encontraba un deteriorado Chong.
De acuerdo a lo que contó el estudiante una vez que lo liberaron, no sabía que ahí había drogas, él había ido a visitar a un amigo. Además, la DEA informó que él nunca fue arrestado formalmente.
Una vez encerrado, Chong se dio por vencido y hasta se escribió con el cristal de sus lentes la leyenda “Disculpame mamá” en la piel de su brazo. Perdió siete kilos y sufrió “daños psicológicos”, dijo su abogada Yoo.
Chong le dijo a la prensa que con el dinero se comprará una casa, terminará la universidad y ayudará a su madre.
Daniel Chong, un joven estudiante estadounidense de 25 años acaba de ganarle una demanda a la agencia antidrogas del país, la DEA, por 4,1 millones de dólares. Fue dejado abandonado en un calabozo durante cinco días y, para sobrevivir, tuvo que beber se propia orina, entre otras cosas, informa hoy CNN.
Fue arrestado durante una redada en una boca de venta en la que vendían éxtasis el pasado 21 de abril de 2012. Por dicho evento, procesaron a nueve personas. Cuatro días más tarde, de casualidad, un agente abrió la puerta en la que se encontraba un deteriorado Chong.
De acuerdo a lo que contó el estudiante una vez que lo liberaron, no sabía que ahí había drogas, él había ido a visitar a un amigo. Además, la DEA informó que él nunca fue arrestado formalmente.
Una vez encerrado, Chong se dio por vencido y hasta se escribió con el cristal de sus lentes la leyenda “Disculpame mamá” en la piel de su brazo. Perdió siete kilos y sufrió “daños psicológicos”, dijo su abogada Yoo.
