El ultraderechista británico que mató a la diputada laborista y proeuropea Jo Cox en junio, en plena campaña del referéndum sobre la permanencia o no en la
Unión Europea, fue condenado este miércoles a cadena perpetua por un tribunal de Londres.
Thomas Mair, de 53 años, mató a Cox en las calles de la localidad de Birstall, en el norte de
Inglaterra, disparándole y acuchillándola al grito de "¡Gran Bretaña, primero!", en un acto de "brutalidad y cobardía gratuita", según se dijo en el juicio.
El asesino, que guardaba en su casa propaganda nazi, actuó por razones ideológicas, determinó el tribunal. Cox tenía 41 años y era madre de dos hijos pequeños.
Como la víctima "era miembro del Parlamento, su crimen tiene una dimensión adicional que exige un castigo particular", dijo el juez Alan Wilkie antes de imponer la cadena perpetua sin posibilidad de revisión, algo muy inusual en el
Reino Unido. "No hay duda de que (el acto) se hizo para promover una causa política", agregó.