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Cálida y moderna
Por Ina Godoy / Producción Agustina Amorós
Generar buena luz en todos los ambientes y una circulación más flexible que la planteada por la construcción original fueron objetivos que comandaron el proyecto de los arquitectos Cecilia Sánchez Chiancone y Alejandro Berro.
Se conservó la galería de la entrada y el sólido muro central de 30 cm, mientras que la nueva losa de hormigón quedó a la vista en todos los ambientes, con los dibujos de la veta de la madera (placa de fenólico) que se usó para el encofrado.
A la izquierda de la galería, conectados, se dispusieron el living con estufa de leña y el comedor principal, ambos con el piso original de tablas de pinotea.
La planta baja es un ambiente común de grandes dimensiones destinado a las áreas sociales y sobre el fondo, con vista al jardín a través de una gran puerta ventana de aluminio y vidrio, se ubicó la cocina con el comedor diario, uno de los lugares más acogedores de la casa.
En la segunda planta están los cuartos y los baños. Sobre la escalera se dispuso una raja de termopanel en el techo: una significativa entrada de luz que llega hasta la planta baja. Todos los cuartos tienen salida a la azotea con deck de madera.
La puerta de entrada es pivotante, de cedro blanco. Se conservó la galería, que genera una fuga que atraviesa toda la propiedad desde el frente hasta el jardín del fondo. Se reemplazó la antigua abertura de vidrio repartido y hierro por grandes puertas ventanas de aluminio y doble vidrio o termopanel, que garantiza aislamiento térmico y acústico.
En el patio interior se limpió el muro medianero y se dejó el ladrillo a la vista. Rampa de acceso al estudio, un espacio con la independencia ideal para trabajar en casa.
Frente a la estufa de leña se colocó un sofá de tres cuerpos moderno, tapizado en jean gris oscuro y un antiguo sillón de cuero. Almohadón tejido en lana con alces (Arredo). Los dos cuadros del ambiente son acrílicos de Cecilia Sánchez Chiancone.
Conectado con el living y próximo a la escalera se dispuso un comedor principal. Las sillas son de hierro forjado y la mesa es una creación de Cecilia, con pie de hierro estructural y tapa de roble reciclado, sobre la que se colocó una olla de barro. A un lado, un cuadro con fotografía de Álvaro Zinno y al otro, un antiguo rosario de cerámica de Portugal.
Quizá por la vista al jardín del fondo, la cocina-comedor es uno de los lugares más atractivos de la casa. El cemento alisado del piso continúa en L desde la galería de entrada y también se utilizó para la mesada y su alzada. Las paredes de la cocina se pintaron de celeste radiante, en el centro se dispuso una barra con mesada de pinotea y se colocaron dos grandes pantallas de mimbre, elementos que aportan calidez.
En el piso del pasillo y los cuartos de la segunda planta se usaron tablas de pinotea reciclada de los cielorrasos originales de la casa. Las puertas son placas de madera de cedro blanco, corredizas, para optimizar el espacio.
El cuarto principal tiene baño en suite, salida al deck de la azotea y una pequeña ventana hacia la calle. Las mesas de luz y el ropero son antiguas reliquias familiares, de roble. Fundas de almohada y funda para acolchado tipo nórdico blancas, con estampado liberty y covertor blanco (Arredo).
En la segunda planta, los techos de hormigón a la vista se repiten. Acolchado reversible de algodón y poliéster, almohadón caramelo y funda de puro algodón estilo rústico (Arredo).
El baño principal tiene paredes revestidas con venecitas y porcelanato, la mesada es de mármol de Carrara y el piso es de venecitas combinadas con pintura autonivelante. Botella y floreros de vidrio amarillo (Arredo).
