Creatividad tecnológica al servicio de eventos corporativos

Por Aníbal Falco

Hace cinco años que Marcelo Kronfeld y Emiliano Sandler llegaron al mundo del emprendedurismo con la startup Zona Camping. En ese momento, rememoran, el emprendedor era aún un "bicho raro". El camino recorrido ha sido intenso y les ha dejado el lomo curtido.

Sandler y Kronfeld son ahora directores de Inzone que, entre otras cosas, desarrolla tecnología e innovación de tótems y aplicaciones disruptivas conectadas a redes sociales en tiempo real para eventos de marcas.

Inzone no es una empresa de marketing. Lo que hace es proporcionar la tecnología para que los participantes generen el propio contenido del evento, por ejemplo sacándose fotos que son posteadas inmediatamente a las redes sociales. "Esto implica que multipliques la promoción llegando a cada amigo de la persona en cuestión", señaló Kronfeld y agregó que se genera información que permite evaluar "el impacto de sus acciones", mediante estadísticas que pueden resultar de utilidad para las empresas.

Sandler, estudiante de ingeniería en sistemas, es el encargado de estudiar la viabilidad técnica de los proyectos. Kronfeld es egresado en administración de empresas, aunque fueron los variados cursos en ingeniería que cursó los que le dieron el "background" necesario para desarrollar ideas que realmente puedan ser llevadas a cabo desde el punto de vista tecnológico.

Según sus directores, lo que hace Inzone lo hacen muy pocos en América Latina y nadie más en Uruguay. Eso les da una ventaja competitiva, aseguran. Conjugan redes, software, hardware y carpintería con un pequeño equipo multidisciplinario que complementa el know how de los dos directores.

Adaptarse a la necesidad de las marcas para cada evento, ofreciendo pulseras con chip que ofician como entradas para eventos masivos, pulseras con led sincronizadas o soluciones informáticas para realizar votaciones, son algunos de los productos que han desarrollado.

Luego de varias experiencias en desarrollo ahora los directores de Inzone afirman ser algo más conservadores y no embarcarse como hicieron alguna vez en "locuras" que sean aplicables solo una vez. "Buscamos que lo que generamos tenga escalabilidad, porque en Uruguay no existe la concepción de pagar la hora servicio del desarrollo de tecnología," apuntó Kronfeld.

Entender el mercado

Kronfeld, de oratoria acelerada y efusiva, confiesa sin empacho que su primer emprendimiento Zona Camping fue un fracaso desde el punto de vista económico. Consistió en un sitio web para buscar información y reservar parcelas para acampar, a lo que agregaba un control de acceso electrónico (hoy está solo en funcionamiento en el camping de Punta del Este).

"El producto estaba bueno, pero la tecnología era desubicada para la época y el rubro. No supimos entender el mercado. Pensamos que era una idea millonaria cuando vimos las colas en los camping, pero la realidad era que no era algo que los camping necesitaran o demandaran", explicó el fundador de Inzone.

Aunque el emprendimiento recibió múltiples premios y tuvo repercusión mediática, la característica zafral y los importes en general de poco monto de las transacciones no acompañaron la veta lucrativa. "Al final nos habíamos convertido en una de esas startups que son puro premios", reflexionó Kronfeld.

Para el director de Inzone, el problema con la mayoría de los emprendedores es que no ven que cuando tienen una idea lo primero que tienen que pensar es por qué no se ha hecho, "y si tienen suerte, no se hizo porque a nadie se le ocurrió".

El respiro económico

Aunque el sistema de gestión para campings no funcionó como habían deseado, les generó una importante oportunidad. El propietario de uno de los campings, Ignacio Gasparri, también era dueño del local bailable Pogo en La Paloma, en el apogeo de la movida bolichera del balneario.

El empresario tenía problemas con el control de acceso de las entradas vips y recurrió a ellos en busca de una solución, que llegó mediante un sistema de control de acceso electrónico. En la actualidad el sistema es utilizado en varios locales nocturnos de Montevideo: El Club, 2 am y El Rancho.

A pesar de esto, Kronfeld no quiere avanzar demasiado en ese nicho comercial. Su servicio requiere una exigencia presencial que resulta agotadora. "El mercado de los boliches tiene una intensidad y dinámica estresante que, bien vale señalar, dada su complejidad, sí nos proporcionó una muy buena preparación para eventos corporativos masivos. Estos resultan más sencillos y ordenados. Hoy estamos más enfocados a ese tipo de servicio", señaló.

Aquel Abrazo y Uruguay Expo Milán

Aquel Abrazo será el evento más masivo que afrontará Inzone. La empresa tendrá 23 puestos de control de acceso electrónico conectados en red donde se validarán los códigos de barras de las entradas adquiridas en Abitab por los asistentes a la fiesta. Además de esta función que tiene como fin evitar que haya entradas falsificadas, también se realizarán activaciones de marcas con los auspiciantes mediante el chip electrónico incluido en cada entrada.

En el caso del stand de Uruguay en la Expo Milán, los tótems colocados para reservar lugar in situ o por Internet para los audiovisuales funcionaron muy bien, pero generó un efecto imprevisto al bajar la cantidad de gente acumulada en el stand, lo que hacía parecer que no tenía visitantes, cuando en realidad lo que se evitaba eran las colas que habían llegado a ser hasta de 4 horas de espera. Los únicos otros países que contaban con este método eran Holanda e Inglaterra.