Un nuevo informe realizado por un grupo de
científicos de Suecia y publicado hace algunos días por la Revista Europea de Cardiología Preventiva, revela que existen dos factores principales que llevan a la muerte a una edad menor a la que las células del cuerpo se mantendrían con vida, fenómeno conocido como muerte temprana.
El experimento realizado para llegar a esa conclusión duró 45 años y se basó en
datos de 792 personas nacidas en 1913. Todo ellas tenían 54 años cuando comenzó el experimento en 1967, cuando fueron sometidas a una prueba llamada VO2 max para evaluar su capacidad de absorber y metabolizar oxígeno. De estas personas solo 656 quedaron seleccionadas porque el resto presentó alguna deficiencia médica al respecto.
Con estos sujetos de estudio, en 2012 los investigadores analizaron los factores de riesgo que tenían y volvieron a someterlos a una prueba para determinar la cantidad de oxígeno consumido por minuto. De este modo se identificaron tres grupos que coincidían y se vinculaban, de acuerdo con los factores de riesgo.
Según el estudio, las personas que tenían un mayor nivel de
consumo de oxígeno durante la actividad física presentaron menor riesgo de muerte prematura. Además, se descubrió que quienes fumaban aumentaban su riesgo de morir a edades tempranas.