Cuando se hace "natural" que maten a un policía

A partir de redes sociales y de afiches se realizó una convocatoria a marchar este martes en reclamo de mayor seguridad, bajo la consigna de "no más trabajadores asesinados".

María Eugenia Stahl, una de las organizadoras, dijo a La Diaria que uno de los hechos que motivó la manifestación por más seguridad fue el asesinato de un policía en el barrio Santa Catalina, el 7 de agosto.

En ese momento, el enojo y la impotencia se vieron reflejadas en una manifestación el 9 de agosto de 2013. Esa fue una de las movilizaciones por seguridad más concurridas: unas 500 personas.

En mayo de ese mismo año, otros 300 vecinos de Carrasco, Punta Gorda y Malvín marcharon en reclamo de más seguridad y en ese caso el orador principal fue el sobreviviente de la tragedia de Los Andes, Roberto Canessa, quien aseguró días más tarde que la movilización había dado sus frutos, puesto que notó más patrullaje en la zona.

Un nivel de concurrencia similar tuvo la marcha por el asesinato de un pistero en una estación de la rambla de Malvín en diciembre de 2012.

El homicidio de un trabajador de La Pasiva, a principios de ese mismo año, ya había generado indignación por parte de los ciudadanos e incluso el hecho había sido tratado en el Consejo de Ministros. En la marcha participaron integrantes del gobierno y del PIT-CNT.

"Hay que acorralarlos. Hay que hacerlos sentir lo que son: una lacra. El unirse en otras sociedades ha dado resultados. Entre todos tenemos que hacer algo", indicó en su momento el ahora presidente de la central sindical, Fernando Pereira. "Hay que acorralarlos. Hay que hacerlos sentir lo que son: una lacra. El unirse en otras sociedades ha dado resultados. Entre todos tenemos que hacer algo", indicó en su momento el ahora presidente de la central sindical, Fernando Pereira.

Pero lo que Pereira consideró tres años atrás parece no coincidir con la explicación que el sociólogo Rafael Bayce tiene para dar con respecto a la baja participación de la sociedad en estas movilizaciones. "La gente se ha dado cuenta de que no sirven. Se revelan por sí mismas como inocuas y las personas no participan por la convicción de que son inútiles", expresó a El Observador.

La naturalización de la violencia fue otro de los motivos que manejó el especialista, algo que también quedó reflejado en la cobertura mediática en temas de inseguridad. El asesinato del trabajador en La Pasiva, en mayo de 2012, ocupó 3.458 segundos en los informativos de televisión esa semana, según datos de la consultora Foco. A la semana siguiente tuvo incluso mayor cobertura y alcanzó los 5.172 segundos. En ambos períodos hubo otros 5.000 segundos vinculados con hechos policiales.

Meses más tarde, el homicidio del pistero en Malvín estuvo entre las noticias policiales que abarcaron, en total, entre 9 mil y 10 mil segundos. Un tiempo similar fue el que ocupó la cobertura policial durante la manifestación de los vecinos del este de Montevideo.

Los policiales volvieron a estallar con el tiroteo de El Correo en 2013. Esa semana, el episodio estuvo en los informativos durante 10.647 segundos, incluso más que el resto de los policiales, que abarcaron 9.149. Se siguió hablando del asesinato la semana siguiente, donde lo vinculado con la inseguridad ocupó 11.962 segundos, bastante más que los 1.842 que tuvo el resto de la crónica policial.

Apenas dos años después, la muerte del sargento primero Marcos Melo, de 45 años, ni siquiera quedó destacada entre las noticias más divulgadas. La información proporcionada por Foco indica que entre la semana del 7 al 14 de agosto la crónica policial estuvo al aire 5.535 segundos, unos 2 mil segundos menos que la semana anterior.

Además de la naturalización de la violencia como argumento que atenta contra la participación en estas marchas, el sociólogo Bayce señaló el perfil etario de los uruguayos -mayoritariamente adultos que no pueden o no les interesa salir a las calles- y la "falta de racionalidad" de las convocatorias.

"Parten de la base de que la sociedad es inocente y el delincuente es totalmente culpable. No entienden que el primer victimario es la sociedad y que la solución no es sacar agua del balde sino cerrar la canilla", dijo Bayce. A eso se suma que, ya de por sí el uruguayo tiende a manifestarse poco. "Es una sociedad con un estado muy fuerte y con atribuciones crecientes. La gente tiende a pensar que todo se arregla con el gobierno y que solo hay que poner el voto", indicó el sociólogo.

La manifestación de este martes, que empezará a las 18 horas en plaza Cagancha, se movilizará hacia Torre Ejecutiva. El afiche pide a quienes participen que si quieren llevar banderas sean solo uruguayas y que se eviten en cambio las identificaciones partidarias. El Sindicato Único de Policías del Uruguay manifestó su apoyo a la convocatoria.