Desde que se aprobó la ley de interrupción voluntaria del embarazo, las mujeres van "más decididas" a realizarse un aborto, según informó a El Observador Ana Labandera, directora ejecutiva de Iniciativas Sanitarias, institución que funciona en el Hospital Pereira Rossell.
La organización comenzó a trabajar en el Pereira Rossel en 2002, y busca asesorar a aquellas mujeres que no quieren seguir adelante con su embarazo. En promedio, 181 interesadas al mes concretan una primera consulta para plantear su situación. Las que terminan realizándose el aborto son unas 130.
Según Labandera, el motivo del aumento en las mujeres que van con la decisión tomada a abortar se debe a que, desde la aprobación de la ley, cuentan con mayor información sobre el tema.
El rango de edad de estas mujeres ronda entre los 20 y los 25 años, y el argumento que más se escucha en los consultorios de Iniciativas Sanitarias es la procura de un determinado proyecto de vida, que con un hijo se vería modificado. Otras de las razones son el aspecto económico, el hecho de no tener pareja o de ya tener la cantidad de hijos deseada.
El proceso de asesoramiento consta de cuatro instancias. La primera es informativa, donde la mujer se interioriza con el proceso y en la que los especialistas buscan "calmar la ansiedad" con la que llegan. Al día siguiente, se les realiza un diagnóstico de su situación. Una vez que confirman su decisión, las embarazadas vuelven a los cinco días para recibir la receta médica de los fármacos Misoprostol y Mifepristona para provocar el aborto. Después de que se autoadministran el medicamento, pasan por un proceso de diez días en los que el cuerpo vuelve a normalizarse.
Antes de despenalizarse el aborto, el 93% de las mujeres que lo realizaba volvía a una consulta de apoyo según dijo Labandera. Ahora lo hace solo el 50% de las mujeres que consultan. Para Labandera, esto también da cuenta de que las embarazadas tienen mayor seguridad durante todo el proceso, y por tanto son menos las que necesitan apoyo psicológico luego de realizado el aborto.
"En las consultas previas la psicóloga trata de ver cuán profundo ese dolor (de abortar) les toca en la decisión. Muchas veces, cuando vuelven, es porque no han tratado de desatar ese nudo. Hay mujeres que sí se deprimen, y entonces tienen que realizar un tratamiento posterior", señaló la especialista.
Según los datos que reveló el Ministerio de Salud Pública en febrero, desde que se despenalizó el aborto en 2012 se realizaron 6.676 abortos, lo que implica que de cada 1.000 mujeres entre 15 y 44 años, una pasó por ese proceso. Esta tasa coloca a Uruguay por debajo de los países de Europa occidental, donde se realizan 12 abortos cada 1.000 mujeres.
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