Uruguay es el único país de América del Sur donde la tasa de desempleo de los trabajadores poco calificados es más alta que la de los que tienen mayor formación. Mientras que en el promedio del período 2011-2013 la de los primeros era apenas superior a 5%, en el caso de los segundos fue de un punto menos. Este es uno de los datos que aporta el informe semestral del
Banco Mundial (BM), Empleos, salarios y la desaceleración latinoamericana, dado a conocer esta semana en la cumbre del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del BM que se está celebrando en Lima.
Los trabajadores poco calificados son, según la definición adoptada por el BM, aquellos que no lograron terminar la educación secundaria, y los altamente calificados, los que al menos completaron la secundaria.
El trabajo agrega que
Brasil y
Argentina, en tanto, son los dos países donde hay más paridad entre las tasas de desempleo de uno y otro grupo de trabajadores. De acuerdo al informe del BM, el comportamiento del mercado de trabajo en estos tres países, que van a contrapelo de lo que sucede en la mayoría de sus pares sudamericanos, donde las tasas de desocupación son más bajas en el caso de los poco calificados, pueden deberse a que ofrecen beneficios de desempleo "más generosos" para los trabajadores de menores ingresos. Este hecho, aventura el reporte, podría "inducir" a estas personas a permanecer "abiertamente" desempleadas, aunque sostiene que se requiere una mayor investigación en este campo.
Importantes ajustes
El BM postula que pese a que el riesgo de "crisis macrofinancieras" es bajo en América del Sur, "todavía no ha tocado fondo en el proceso de ajuste". Por esto, en el horizonte divisa "importantes ajustes" en los mercados de trabajo. En este sentido, agrega que la corrección por cantidad (tanto de actividad económica como de empleo) en vez de por precios es mayor en aquellos lugares con menos flexibilidad cambiaria.
Asimismo, se alerta acerca de un peligro que podría traer la desaceleración que afecta a la región: revertir "parte de la reducción de la desigualdad" que caracterizó a los años de crecimiento económico de los países sudamericanos.
En este contexto, agrega el informe, se vuelve más importante el diseño de la "red de seguridad", que tiene que brindar protección a los más "vulnerables" sin afectar las fuentes de trabajo.
Externo e interno
El reporte del organismo multilateral también dedica un espacio a mostrar qué nivel de ajustes tienen que procesar los diferentes países relevados, tanto a nivel externo como interno.
Aquellos países –como Uruguay– con bajas necesidades de ajustes externos y también bajo espacio para la política pública tienen, señala el informe, "una más fácil, pero no obvia, tarea" frente a sus pares en la posición opuesta. Los países más complicados son Brasil y Ecuador.
Por el lado de los ajustes internos, en tanto, Uruguay conforma el grupo de países que tiene moderadas necesidades a nivel fiscal y un espacio más amplio en relación a sus socios de la región. Esa posición de privilegio es compartida con Chile, Colombia, Panamá y Perú. Los más comprometidos son Argentina, Brasil, Costa Rica y Ecuador. l
"Cambios rápidos"
Describiendo “un mundo de incertidumbres y de cambios rápidos”, la jefa del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, instó ayer en Lima a los funcionarios globales a apuntalar la demanda pero controlando los riesgos financieros derivados de inyectar dinero barato. La recuperación en EEUU, dijo, está en curso y una suba de tasas “se está acercando” y ajustará las condiciones de financiamiento. (Reuters)