La policía antiterrorista de Estambul detuvo el lunes a ocho personas sospechosas de tener vínculos con el ataque de Año Nuevo en una discoteca de esta ciudad reivindicado por el grupo Estado Islámico (EI), según la agencia Dogan.
Se trata de las primeras detenciones relacionadas con el atentado, que dejó 39 muertos y 65 heridos, entre ellos numerosas víctimas extranjeras, y decenas de heridos. Por el momento, no se han desvelado más detalles sobre las personas arrestadas.
En un comunicado difundido en las redes sociales, el grupo extremista afirmó que uno de los "soldados del califato" cometió la matanza en el club Reina, una exclusiva discoteca situada a orillas del Bósforo.
El autor de la matanza utilizó granadas y un arma de fuego para disparar contra los clientes de la discoteca, precisó el texto,
De los 39 fallecidos, más de 20 eran extranjeros.
El comunicado acusa a Turquía, un país de mayoría musulmana, de haberse aliado con los cristianos, en alusión a la incursión del ejército turco desde hace cuatro meses en el norte de Siria para combatir al EI y las milicias kurdas.
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