En la histórica visita del Papa Francisco a Estados Unidos, el pontífice dio un discurso frente a la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), esta mañana. Es la quinta vez en la historia que un Papa visita este organismo: Pablo VI lo hizo en 1965, Juan Pablo II en 1979 y 1995 y Benedicto XVI en 2008.
"Los hermanos sean unidos porque esa es la ley primera. Tengan unión verdadera en cualquier tiempo que sea, porque si entre ellos pelean, los devoran los de afuera"
Una vez más el Papa llamó a la reflexión, al hablar sobre diferentes temas de interés internacional, centrando su atención en un desarrollo sostenible, la exclusión económica y social de personas, los elementos básicos para la vida digna de una persona y la concreción de una comunidad internacional sin la utilización de armas.
El Papa expresó la necesidad de consolidar la protección del ambiente. En el mundo se destruyó gran parte de la biodiversidad, lo que conlleva a la existencia de una crisis ecológica global y puede poner en peligro la existencia misma de la especie humana. Aseguró que la ambición de lucro y de poder son el motor de estas "nefastas consecuencias".
Los organismos internacionales deben velar por el desarrollo sustentable de los países, aseguró.La agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible en la Cumbre mundial, que iniciará hoy, y la Conferencia de París sobre el cambio climático, son una "señal de esperanza" para lo que el mundo reclama: una serie de pasos concretos y medidas inmediatas para preservar y mejorar el ambiente natural.
Para el pontífice argentino, existe un "derecho del ambiente", porque los seres humanos somos parte de él y porque el mismo ambiente impone límites que la acción humana debe reconocer y respetar.
"Cualquier daño al ambiente, por tanto, es un daño a la humanidad", aseguró.
Francisco indicó en el discurso frente a la ONU que la exclusión económica y social es un "gravísimo atentado a los derechos humanos y al ambiente". Para él, los más pobres son los que más sufren porque son descartados de la sociedad, obligados a vivir del descarte y sufren las consecuencias del abuso del ambiente. Estos fenómenos conforman la hoy tan difundida y consolidada "cultura del descarte".
Lo dramático de esta situación de exclusión e inequidad, son sus claras consecuencias, en la trata de seres humanos, comercio de órganos y tejidos humanos, explotación sexual de niños y niñas, trabajo esclavo, incluyendo la prostitución, tráfico de drogas y de armas, terrorismo y crimen internacional organizado.
Para el pontífice argentino, la solución para que estos hombres y mujeres puedan escapar de la pobreza, hay que "permitirles que sean actores de su propio destino". La dignidad no puede ser impuesta, sino que debe ser construida por cada persona. Esto supone y exige el derecho a la educación "también para las niñas que son excluídas en algunas partes".
El Papa aseguró que el mejor indicador del cumplimiento de la nueva agenda para el desarrollo, será confirmar el acceso, para todos, de ciertos bienes materiales y espirituales indispensables para la vida de una persona.
"Techo, trabajo y tierra" y "libertad de espíritu", son elementos necesarios para las familias. Vivienda propia, trabajo digno y debidamente remunerado, alimentación y agua potable, libertad religiosa y educación.
Son pilares del desarrollo humano integral que incluyen el derecho a la vida, a la "existencia de la naturaleza humana."
"La guerra es la negación de todos los derechos" y una dramática agresión al ambiente, aseguró Francisco. Para el Papa, si realmente se quiere un desarrollo humano integral para todos, se debe trabajar para evitar la guerra entre las naciones, para lograr un mundo sin armas nucleares, que comienza con la total prohibición de esos instrumentos.
Francisco expresó que la Carta de la ONU indica que los cimientos de su construcción son la paz, la solución pacífica de las controversias y relaciones de amistad entre naciones. Por lo tanto, aseguró que una amenaza de destrucción mutua, transformaría a las Naciones Unidas en "Naciones Unidas por el miedo y la desconfianza".
El Papa Francisco hizo un llamado a conciencia, "en las guerras y conflictos hay seres humanos singulares, hermanos y hermanas nuestros, hombres y mujeres, jóvenes y ancianos, niños y niñas, que lloran, sufren y mueren. Seres humanos que se convierten en material de descarte cuando solo la actividad consiste en enumerar problemas, estrategias y discusiones".
El pontífice citó una frase del Martín Fierro a favor de la cooperación internacional: "Los hermanos sean unidos porque esa es la ley primera. Tengan unión verdadera en cualquier tiempo que sea, porque si entre ellos pelean, los devoran los de afuera".
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