Estos son los hechos que en los últimos diez días pautaron una escalada bélica de Estados Unidos, con la cual el presidente Donald Trump demostró que está dispuesto a utilizar su poderío militar cada vez que considere que las circunstancias lo ameriten.
El presidente estadounidense, Donald Trump, formuló este jueves una advertencia a Corea del Norte, al afirmar que el gobierno de Pyongyang es "un problema que será atendido".
"Corea del Norte es un problema, y un problema que será atendido", dijo Trump en la Casa Blanca, en medio de las especulaciones sobre una inminente nueva prueba nuclear que pueda realizar ese país.
Trump señaló en repetidas ocasiones que evitará que Pyongyang desarrolle un misil nuclear capaz de alcanzar Estados Unidos.
Estados Unidos envió el fin de semana a la península de Corea un grupo aeronaval, que incluyó el portaaviones "USS Carl Vinson", en una muestra de fuerza que llevó a Corea del Norte a declarar que estaba "dispuesto a reaccionar ante cualquier tipo de guerra que desee Estados Unidos".
"Esto demuestra que los movimientos insensatos de Estados Unidos por invadir el país han alcanzado una fase seria", dijo un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Corea del Norte, según la agencia estatal de noticias KCNA.
El sitio nuclear de Punggye-ri, en el norte de Corea del Norte, está "preparado y listo" para realizar ensayos, informaron este miércoles analistas de "38 North", un sitio web de referencia sobre el régimen de Pyongyang.
Las imágenes satelitales del lugar, fechadas el 12 de abril, "muestran actividad continua alrededor del portal norte, y nuevas actividades en la principal zona administrativa y del personal cerca del centro de comando", precisó 38 North.
Pyongyang habría "aparentemente instalado un dispositivo nuclear en un túnel y podría ser detonado la mañana del sábado", afirmó la radio Voice of America, citando a varios funcionarios estadounidenses.
Estados Unidos utilizó este jueves en Afganistán su más potente bomba no nuclear contra un complejo de cavernas controladas por el grupo radical Estado Islámico, informó una alta fuente del Pentágono.
La bomba conocida por la sigla MOAB "hizo impacto con un complejo de cavernas" en el distrito de Achin, en la provincia oriental de Nangarhar, dijo el vocero del Pentágono, Adam Stump.
Este artefacto GBU-43/B pesa poco más de nueve toneladas y fue desarrollada por el Laboratorio de Investigaciones de la Fuerza Aérea estadounidense.
Estados Unidos mató por error en un ataque aéreo de la coalición internacional contra el Estado Islámico a 18 milicianos de las Fuerzas de Siria Democrática (FSD) el pasado 11 de abril, según confirmó el Pentágono.
El ataque aéreo se produjo en las cercanías de la localidad de Al Tabqa, plaza estratégica para abrir la ruta a Al Raqa, el gran bastión del EI en Siria.
El Pentágono ofreció sus "más profundas condolencias" a las familias de las víctimas del "incidente", que sucedió en plena ofensiva para arrebatar al EI su plaza más sólida: Al Raqa.
Estados Unidos aseguró que está evaluando la causa del incidente y tomará las medidas necesarias para evitar nuevos errores de "fuego amigo".
La Casa Blanca advirtió el lunes 10 a Siria que el Ejército estadounidense podría volver a actuar como represalia si se registran más ataques con armas químicas o bombas de barril.
"Si arrojan gas a un bebé o lanzan una bomba de barril contra gente inocente, habrá una respuesta de este presidente", aseguró el vocero de Donald Trump, Sean Spicer, en un mensaje directo al gobernante sirio, Bachar al Asad.
El mandatario estadounidense ordenó la semana pasada un bombardeo con misiles contra una base aérea del régimen sirio, alegando que fue usada para llevar a cabo un presunto ataque químico con gas sarín en la localidad rebelde de Jan Sheijun que dejó casi un centenar de muertos.
El ataque con misiles que Estados Unidos realizó la semana pasada contra una base aérea de Siria destruyó aproximadamente un quinto del poderío aéreo del gobierno de Bachar al Asad, había asegurado este lunes el secretario estadounidense de Defensa, Jim Mattis.
"La evaluación del departamento de Defensa es que el ataque dejó como resultado daños o la destrucción de depósitos de munición y combustibles, capacidad de defensa aérea y 20% de todos los aviones sirios operacionales", expresó Mattis en una nota oficial.
Según Mattis, el gobierno sirio "perdió la capacidad de abastecer o restablecer el armamento" a la base aérea de Shayrat. Incluso, las pistas de aterrizaje se tornaron inutilizables.
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