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El IEEM quiere ser “celestina” entre inversores y emprendedores
Valle de la muerte es una expresión muy conocida en el mundo emprendedor. Refiere a la posibilidad que el emprendimiento -tras iniciarse con fondos propios del emprendedor, de familiares o amigos- no logre despegar a la siguiente etapa ni acceder a otro tipo de inversión, de tipo bancaria o proveniente de fondos de inversión. Es justamente esa brecha la que intentará cubrir la red de inversores ángeles del IEEM, que fue lanzada la semana pasada.
Según el decano del IEEM, Pabro Regent, la idea es facilitar la posibilidad de que “emprendedores con ideas y planes razonables” generen ese salto necesario. Regent calificó la iniciativa como uno de esos “momentos históricos” para la escuela de negocio de la Universidad de Montevideo.
El proyecto del IEEM es llevado adelante junto con el Fomin del Banco Interamericano de Desarrollo para estimular la inversión ángel en todo el continente y generar sinergias entre las diferentes redes. Los inversores ángeles son empresarios, emprendedores exitosos, “family offices” que quieren diversificar sus negocios, directivos con patrimonio disponible, grupos económicos o empresas en busca de nuevas oportunidades; pero siempre con una característica clave: tienen espíritu emprendedor y capacidad de aportar capital y experiencia al proyecto en el que invierten, participando activamente.
Plataforma de encuentro
La red de inversores ángeles del IEEM, que comenzará a ser ejecutada en febrero, busca ser un nexo entre emprendedores e inversores, y porpone una plataforma donde se encuentren para generar valor y sinergia, según explicó la directora del Centro de Emprendimientos Deloitte del IEEM, Isabelle Chaquiriand.
“La red no es un fondo. Hacemos de celestinos pero después la decisión es de las partes. Se trata de paliar dificultades del mundo emprendedor y facilitar primeras operaciones de inversión”, aclaró.
La red estará abierta por admisión a los Antiguos Alumnos del IEEM y a inversores referidos por Antiguos. Chaquiriand subrayó que debe existir una intención de invertir.
La red tiene como cometido ponerse en contacto con todos los agentes del ecosistema emprendedor local para atraer proyectos y ponerlos a disposición de los potenciales inversores. La tarea de la red será filtrar estos proyectos y adaptar el discurso del emprendedor para que sea entendible para los inversores.
También se busca facilitar la coinversión para diversificar el riesgo -lo ideal es que cada inversor tenga participación en unas ocho operaciones- y formar a los inversores para afinar la evaluación de proyectos.
Chaquiriand apuntó que uno de los secretos del éxito de este tipo de redes en otros países ha sido que los “inversores se conocieran entre sí y se tuvieran confianza”,.
Los emprendimientos que serán evaluados deberán tener por lo menos entre uno y tres años de existencia. El inversor debe ser consciente que se trata de una inversión “paciente” de entre tres y siete años, por lo que no “deberá estarle respirando en la nuca” al emprendedor, al decir de Chaquiriand.
En principio la red no tendrá foco en emprendimientos de ningún sector en particular.
La ocasión fue propicia para presentar a Alejandro Laborde, quien será el encargado de la red y a quien es posible contactar a traves de [email protected]
Consejos de ángeles
La gerenta de la Red de Inversores Ángeles de la española IESE , Amparo de San José, presentó una investigación sobre inversión ángel en América Latina y el Caribe, que concluye que la actividad es aún incipiente en la región, en niveles similares a Europa hace 10 años.
Compartió algunos consejos de inversores ángeles: “si tienen liquidez para invertir pero temen no poder dormir si va mal, entonces no inviertan y duerman tranquilos”; inviertan en negocios, no en productos; inviertan en equipos con capacidad de ejecución, no en ideas; analizen muchos proyectos y no comparen.
