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El imprescindible para acceder a un cargo gerencial

La Maestría en Gestión de Empresas (MBA) se consolida ante la mayor demanda de las compañías empleadoras
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07 de octubre de 2015 a las 05:00
Desde ingenieros o publicistas a emprendedores y abogados pasando por contadores o médicos. Los estudiantes de Maestría en Administración de Empresas –o MBA, por su sigla en inglés– persiguen un mismo objetivo: formarse como líderes para así aspirar a ocupar cargos ejecutivos, o desarrollar con éxito un emprendimiento propio.

En estas maestrías, cuyos costos oscilan desde los US$ 13 mil –en el caso de la Universidad Católica San Antonio (UCAM)– hasta más US$ 28 mil –en la Escuela de Negocios de la Universidad de Montevideo–, prometen formar a sus estudiantes con las habilidades necesarias para desempeñar altos cargos de gerencia.

El programa de dos años incluye una tesis final y la posibilidad de que los profesionales que cursen también realicen módulos en el exterior.

Aunque a principios de los años de 1990, no había oferta de este tipo de educación en Uruguay, "hoy por hoy el mercado no se imagina un gerente general de una compañía local grande o multinacional que no tenga al menos un nivel del posgrado, y el MBA es la clave", dijo el responsable de Manpower Professional, Gonzalo Colistro. Para este especialista –que lidera el área que recluta mandos medios, gerentes y ejecutivos–, esto se debe a dos razones: por un lado, las empresas cada vez más indican la necesidad de una titulación como esta y, por otro, los candidatos ya llegan con esta formación.

Es por eso que si en 2011 se inscribieron un total de 178 estudiantes de MBA –repartidos entre la ORT, Universidad Católica, la Escuela de Negocios de la Universidad de Montevideo (IEEM), la Universidad de la Empresa (UDE) y la Universidad de la República (Udelar)–, en 2015 esa cifra ascendió a 234 –incluida la UCAM, que en 2014 instaló una filial de su escuela de negocios en Montevideo–.

Pese a que el efecto de este tipo de estudios en Uruguay no está medido, según datos de Journal Education for Business a nivel global, un profesional incrementará 29% sus ingresos al finalizar un MBA y cinco años después el 72%.

Según Colistro, de Manpower, en Uruguay el 60% de las empresas consideran como "muy importante" tener un MBA a la hora de contratar un gerente, y el 40% de ese porcentaje es pedido para gerencia financiera o general, donde tener este título es un requisito excluyente.

En materia de ingresos, en tanto, puestos en multinacionales o grandes empresas, donde este tipo de titulación es esencial, pagan salarios del entorno de los $ 200 mil por mes, mientras que las de tamaño medio que dicen valorar como un diferencial el MBA pagan hasta $ 110 mil, según datos aportados por Colistro.

El único puesto gerencial que nunca pide postulantes recibidos de una Maestría en Gestión de Empresas es el área de recursos humanos, agregó el especialista de Manpower.

Pero las empresas no solo están contratando más titulados en la maestría en gestión de empresas, sino que además los están formando. Todas las universidades consultadas reconocieron que parte de sus estudiantes son enviados por las propias compañías para las que trabajan, las cuales pagan parte o el total del MBA. Según el director académico del IEEM, Pablo Sartor, tres de cada cuatro estudiantes tienen algún grado de esponsoreo por parte de sus empleadores, donde lo estándar es que paguen el 50% de la carrera y a cambio firmen un acuerdo que los comprometa a permanecer en la empresa por un tiempo determinado.

Fuera de la posición de dependientes, el director de MBA de la Universidad ORT, Luis Silva, dijo que cada vez son más los emprendedores que deciden hacer un máster de este tipo, más allá de que siguen siendo minoría en el aula. De hecho, la Universidad ORT ofrece una beca para emprendedores, aunque Silva admitió que este tipo de estudios puede competir con el tiempo que demanda la creación de un negocio propio.

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Más variados, más jóvenes

Para el gerente de consultoría en recursos humanos de KPMG, Federico Kuzel, este crecimiento se debe a que en los últimos 10 años "ha cambiado la exigencia del nivel de formación para diversos puestos de trabajo".

De esta forma, si antes quienes hacían un MBA eran solo ingenieros o contadores, ahora también hay profesionales de la comunicación o psicología que utilizan el MBA para diferenciarse a la hora de postularse a un cargo jerárquico.

También cambió la edad promedio a la que se realiza: hace 10 años se ubicaba en el entorno de los 40 años y actualmente alrededor de los 30 años, según indicaron las universidades consultadas.
"Quienes hacían un MBA eran gente más grande; ahora son perfiles que lo empiezan mucho más temprano, entre los 25 o 30 años, gracias a que surgieron profesionales que aunque son más jóvenes tienen más experiencia", comentó Kuzel.

Para Silva, de ORT, esto se debe a que como no había una oferta de MBA en Uruguay hasta 1990, en los primeros años "había un stock de candidatos" que querían hacer un estudio de este tipo.
La juventud de los postulantes también se debe, según el director de EY Uruguay, Luis Montone, a una reducción en los tiempos de carrera, que hace que los profesionales recién recibidos tengan una educación menos completa, a la que deben agregarle posgrados.

Exclusivo y heterogéneo
Que en un mismo salón convivan abogados, ingenieros, contadores, médicos o comunicadores es visto como un valor en sí mismo por las universidades y sus estudiantes. Por eso el proceso de selección es parte importante de la oferta de las instituciones educativas.

"Hacemos hincapié en la elección del grupo para que sea heterogéneo, que tenga distintas edades, profesiones y sectores de desempeño laboral, porque parte de la experiencia tiene que ver con quienes estás sentado en la clase", opinó la directora de MBA y posgrados de la Universidad Católica, Micaela Camacho. En 2015 se postularon 50 personas para estudiar en la maestría de la UC, de las cuales fueron admitidos 30.

Para la coordinadora del área de posgrados y maestrías de la UDE, Silvia Facal, cada vez más profesionales de áreas diversas deciden hacer un MBA. Según indicó, en el último tiempo se ha reunido por ejemplo con psicólogos, odontólogos y licenciados en relaciones internacionales.

Entre las razones para aplicar este criterio está el aprendizaje que supone estar en contacto con profesionales de otras áreas, pero también la posibilidad de hacer networking.

En el mismo sentido, Silva, de ORT, dijo que en las aulas se dan casos de compañeros de clase que trabajan o son dueños de compañías, que entre sí pueden ser proveedores o clientes, e incluso casos de contrataciones entre compañeros.

Según el responsable de recursos humanos de KPMG, esta heterogeneidad es valorada por los empleadores porque hace que ese profesional pierda el "sesgo" de su profesión y se acostumbre a manejar un mismo lenguaje con otras áreas de la empresa, desde comercial, recursos humanos, finanzas y marketing.

El filtro no solo tiene en cuenta el área de trabajo de los postulantes, sino también su experiencia, conocimientos y edad.

Eso explica por qué el crecimiento de profesionales con MBA no es más pronunciado. Por ejemplo, de los 80 que se postularon para la maestría en gestión de empresas que dicta la Udelar, solo la mitad

fue admitido, según indicó el director de MBA, Esteban Lemes, y agregó que las postulaciones crecen año a año en el entorno del 5%, pero que el cupo fue marcado en un límite de 40 por año. La UDE por ejemplo, establece grupos máximos de entre 25 y 28 personas.

El decano de la UCAM, Luis Brotons, admitió que este tipo de programas se consideran "medio elitistas", pero que se están convirtiendo en "un bien necesario, como si fuera la canasta básica".

La universidad que dirige instaló en Uruguay su escuela de negocios para dar posgrados y maestrías, que aunque se dan de forma presencial en Montevideo, permiten obtener un título como si se hubiese cursado en España.

MBA para cortar la brecha entre exigencias y habilidades

"En América Latina tenemos economías muy volátiles y la brecha entre las habilidades de los profesionales y las exigencias del mercado están aumentando", opinó Sofía Lutz, consultora de la firma especializada en recursos humanos y reclutadora de ejecutivos, Korn Ferry. Para la especialista, las maestrías en administración de empresas logran cortar esa brecha. Lutz fue una de las oradoras del encuentro de la Asociación de MBA (AMBA), que se realizó por primera vez en Uruguay, en el Conrad entre el pasado 30 setiembre y el 2 de octubre.

La especialista destacó que esta formación logra acelerar los movimientos verticales de los graduados en la medida en que sirve para desarrollar habilidades "blandas" como las comunicativas y de liderazgo.

En el mismo sentido, el director ejecutivo de PageGroup Argentina, Miguel Carugati, dijo que los MBA son "absolutamente necesarios" pero no garantizan un mejor trabajo.
Carugati opinó que quienes quieran hacer un MBA "deben elegir la universidad correcta", porque entre distintas instituciones existen grandes diferencias. "Hacer un MBA en la universidad incorrecta es la peor inversión", concluyó.

AMBA es una de las principales certificadoras de títulos de MBA en el mundo. En América Latina cuenta con 33 universidades certificadas, entre ellas la Universidad ORT y la Escuela de Negocios de la Universidad de Montevideo. En total, cuenta con alrededor de 200 escuelas de negocios de más de 70 países.

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